"Jesús miró a sus discípulos y les dijo:
“Dichosos vosotros los pobres, porque el reino de Dios os pertenece.
“Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis satisfechos.
“Dichosos los que ahora lloráis, porque después reiréis.
“Dichosos vosotros cuando la gente os odie, cuando os expulsen, cuando os insulten y cuando desprecien vuestro nombre como cosa mala, por causa del Hijo del hombre. Alegraos mucho, llenaos de gozo en aquel día, porque recibiréis un gran premio en el cielo; pues también maltrataron así sus antepasados a los profetas.
“Pero ¡ay de vosotros los ricos, porque ya habéis tenido vuestra alegría!
“¡Ay de vosotros los que ahora estáis satisfechos, porque tendréis hambre!
“¡Ay de vosotros los que ahora reís, porque vais a llorar de tristeza!
“¡Ay de vosotros cuando todos os alaben, porque así hacían los antepasados de esta gente con los falsos profetas!"
Lucas coloca las bienaventurazas tras la elección de los doce apóstoles. Cuatro en concreto: los pobres, los hambrientos, los que lloran y los perseguidos por su causa. Las hace seguir de, digamos, cuatro maldiciones, que son las contrarias: los ricos, los saciados, los que ríen y los alabados por todos.
Jesús está señalando el camino a los discípulos. Han de ser pobres, han de pasar hambre, han de llorar, serán perseguidos. Nos está indicando que seguirlo no es cuestión de teorías, de palabras, si no de hechos. Nos dice, que seguirlo no es fácil. Y nos está señalando quiénes son los preferidos en el Reino. Los pobres, los hambrientos, los que sufren, los perseguidos. Estos son los "dichosos".
Lucas coloca las bienaventurazas tras la elección de los doce apóstoles. Cuatro en concreto: los pobres, los hambrientos, los que lloran y los perseguidos por su causa. Las hace seguir de, digamos, cuatro maldiciones, que son las contrarias: los ricos, los saciados, los que ríen y los alabados por todos.
Jesús está señalando el camino a los discípulos. Han de ser pobres, han de pasar hambre, han de llorar, serán perseguidos. Nos está indicando que seguirlo no es cuestión de teorías, de palabras, si no de hechos. Nos dice, que seguirlo no es fácil. Y nos está señalando quiénes son los preferidos en el Reino. Los pobres, los hambrientos, los que sufren, los perseguidos. Estos son los "dichosos".
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