Cuando ya los sabios se habían ido, un ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto. Quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.”
José se levantó, tomó al niño y a su madre y salió de noche con ellos camino de Egipto, donde estuvieron hasta que murió Herodes. Esto sucedió para que se cumpliese lo que el Señor había dicho por medio del profeta: “De Egipto llamé a mi hijo.”
Al darse cuenta Herodes de que aquellos sabios de Oriente le habían burlado, se enfureció; y calculando el tiempo por lo que ellos habían dicho, mandó matar a todos los niños menores de dos años que vivían en Belén y sus alrededores. Así se cumplió lo que había dicho el profeta Jeremías:
“Se oyó una voz en Ramá,
llantos y grandes lamentos.
Era Raquel, que lloraba a sus hijos
y no quería ser consolada
porque ya estaban muertos.”
En nuestra época Herodes somos todos. Una sociedad que permite que los niños mueran en la guerra, mueran de hambre, por abortos, por no tener una sanidad adecuada...hace de Herodes. No podemos mirar hacia otro lado. Creemos que todo esto es normal. Y incluso hay cosas que decimos que son derechos...Eliminar la vida nunca puede ser un derecho. Y menos, si es la vida de un inocente.
"En el siglo IV fue instituida la fiesta en honor de los Santos Inocentes.
Quodvultdeus , Obispo de Cartago, amigo y discípulo de san Agustín de Hipona en un antiguo sermón, exclamaba: "Todavía no hablan, y ya confiesan a Cristo. Todavía no pueden entablar batalla valiéndose de sus propios miembros, y ya consiguen la palma de la victoria".
Año tras año, la Iglesia celebra esta fiesta… Y recuerda lo que está ocurriendo en nuestras sociedades del “bienestar y el progreso” desde hace ya demasiado tiempo.
Cada vez más disfrutamos, es un decir, de nuevos derechos, cualquiera que se la estupidez o la maldad que se esconda detrás de esos pretendidos derechos. El derecho a matar es todo un hallazgo: niños en el vientre de sus madres y niños o ancianos enfermos irreversibles. Esto se va normalizando en las leyes de los pases más avanzados ¿O más anestesiados?
Esta es la voz de los Papas:
“En la conciencia moral Dios habla a cada persona e invita a defender la vida humana en todo momento. En este vínculo personal con el Creador está la dignidad profunda de la conciencia moral y la razón de su inviolabilidad”. Discurso del Santo Padre, Benedicto XVI a los participantes en la Asamblea general de la Academia Pontificia para la vida. 2005
“La Navidad está… acompañada, nos guste o no, de lágrimas. Los evangelistas no disfrazaron la realidad para hacerla más creíble o atractiva. No se entregaron a palabras reconfortantes pero ajenas a la realidad. Para ellos, la Navidad no fue un vuelo a la fantasía, una forma de esconderse de los desafíos y las injusticias de su época. Citando al profeta Jeremías, Mateo lo presenta en los términos más directos: "Se oye una voz en Ramá, lamento y gran lamento, Raquel llorando por sus hijos" (2:18). […] También hoy escuchamos este desgarrador grito de dolor, que no deseamos ni podemos ignorar o silenciar. En nuestro mundo, escribo esto con gran pesar, seguimos escuchando el lamento de tantas madres, de tantas familias, por la muerte de sus hijos, de sus hijos inocentes.” (Carta de Su Santidad el Papa Francisco a los obispos en la fiesta de los Santos Inocentes. 2016)
Y nosotros, ¿cómo defenderemos la vida?"
(Carmen Fernández Aguinaco, Ciudad Redonda)
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