No deis las cosas sagradas a los perros, no sea que se revuelvan contra vosotros y os hagan pedazos. Y no echéis vuestras perlas a los cerdos, para que no las pisoteen. |
Así pues, haced con los demás lo mismo que queréis que los demás hagan con vosotros. Esto es lo que mandan la ley de Moisés y los escritos de los profetas. Entrad por la puerta estrecha. Porque la puerta y el camino que conducen a la perdición son anchos y espaciosos, y muchos entran por ellos; pero la puerta y el camino que conducen a la vida son estrechos y difíciles, y pocos los encuentran. Hoy Jesús nos da dos consejos. El primero podemos interpretarlo mal. Los demás no son los perros ni los cerdos. Jesús nos invita a no gastar la Palabra con aquellos que se niegan a recibirla; que no son los pecadores, sino aquellos que no aman, que sólo se aman a sí mismos. El siguiente consejo lo explica. Hemos de tratar a los demás, de la misma manera que nosotros queremos ser tratados. Hemos de respetarlos, porque nosotros queremos que nos respeten Hemos de amarlos, porque nosotros queremos ser amados. Amar a todo el mundo, incluso a los enemigos como nos pedía el otro día, no es fácil. Esla puerta estrecha que conduce a la Vida. Debemos esforzarnos para encontrarla. Para ello debemos desprendernos de todo y entregarnos a los demás. |
Sortir de nosaltres mateixos. en un do per a estimar l'altre, tal com Tú. Gràcies!
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