Después de esto regresaron a Jerusalén, y mientras Jesús andaba por el templo se acercaron a él los jefes de los sacerdotes, los maestros de la ley y los ancianos, y le preguntaron:
– ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Quién te ha dado la autoridad para hacerlas?
Jesús les contestó:
– Yo también os voy a hacer una pregunta: ¿Quién envió a Juan a bautizar: Dios o los hombres? Contestadme. Si me dais la respuesta, yo os diré con qué autoridad hago estas cosas.
Ellos se pusieron a discutir unos con otros: “Si respondemos que lo envió Dios, va a decir: ‘Entonces, ¿por qué no le creísteis?’ ¿Y cómo vamos a decir que le enviaron los hombres?..." Y es que tenían miedo de la gente, pues todos creían que Juan era verdaderamente un profeta. Así que respondieron a Jesús:
– No lo sabemos.
Entonces Jesús les contestó:
– Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.
No nos gusta que nos den lecciones. Lo mismo le ocurría a los fariseos y maestros de la ley; no aceptaban a Jesús, como tampoco aceptaron a Juan Bautista. Sin embargo hemos de saber escuchar a los demás, porque muchas veces, Dios, nos hablará a través de los demás y a través de los acontecimientos.
"¿Quién te ha dado permiso para actuar así, para hacer lo que haces? ¿De qué vas? ¿Con qué autoridad haces eso? Son las increpaciones que le hacen a Jesús los que llenos de ira y envidia, lo rechazan frontalmente. Sin embargo, no consiguieron que Jesús claudicara de su misión ni dejara de hacer aquello por lo que había venido al mundo.
Que nadie coarte tu libertad, que nadie impida impida que puedas realizar tus mejores sueños, que nadie te quite la ilusión. Si tu actuar es bueno, si nace del amor, si es para el bien de los demás, aunque cuestione todos los sistemas y todas las tradiciones, es semilla del Reino de Dios. Jesús fue un hombre libre, nada ni nadie, como puedes observar en el evangelio de hoy, le impidió cumplir la voluntad de su Padre. (...)
Ser libre como tú Jesús, ser valiente, decidido, confiado; aunque nadie me entienda, aunque los míos no me comprendan, aunque no sea políticamente correcto, aunque sea motivo de burla o me señalen con el dedo. Quiero ser instrumento de tu amor para que a través mía puedas realizar tu sueño sobre este mundo. ¿Qué de qué voy? Voy de la voluntad del Padre."
(Juan Lozano cmf, Ciudad Redonda)
Solo elPadre a traves del Espiritu nos ,guia por caminos re
ResponderEliminarctos