"Cuidar a una persona es como cuidar a todo el mundo". Esta frase es de un médico etíope que ejerce la medicina en los Estados Unidos: Abraham Verghese.
Es la entervista de hoy en la contraportada de La Vanguardia. Llevo años cuidando enfermos, muchos de ellos en fase terminal y reconforta encontrarte con personas como este médico. "La medicina es una vocación espiritual y me entristece que se lea como negocio".
Se dedicó a enfermos de Sida. Dice que eso arraigó el lado espiritual de la medicina y aprendió mucho sobre el hombre y el amor.
"Vi a tantos jóvenes morirse..., y, cuando estaban en el final, todos intentaban buscar el significado de la vida y se daban cuenta de que no residía en la apariencia, el triunfo social o el dinero, sino en el éxito de sus relaciones humanas, especialmente con sus padres. Entendí que no hay que aplazar los sueños ni buscar el significado en las cosas, sino en las relaciones humanas." De tal manera que, cuando el enfermo iba a casa a morir, él los seguía visitando...
Abraham se declara cristiano. En esta semana santa, en que el modelo es un Jesús sufriente, creo que la vida de este médico , su ejemplo, vale por cien libros de teología. No, no soy pelagiano. Las obras no son las que nos salvan. Pero las obras son las que muestran si somos cristianos o no. Las obras son las que muestran si entendemos el evangelio y estamos convencidos de que Dios está en el hermano, en el Hombre. Dejadme cambiar la frase de inicio: "Cuidar a una persona es como cuidar a Dios."