El Anacoreta y su joven seguidor observaban cada día la misma escena en el parque. Dos señoras paseaban sus perros. La más joven llevaba un pastor alemán grande y precioso. La más mayor paseba un pequeño caniche. Cuando coincidían, el caniche ladraba furioso y hacía esfuerzos para avalanzarse sobre el pastor. Este, permanecía indiferente, hasta que hacía un gesto contra el pequeño perro. El caniche corría entonces a refugiarse tras su dueña.
El Anacoreta reía y dijo al joven:
- Con las personas pasa lo mismo.
El seguidor puso cara de no entender a qué se refería...
- Sí. Fíjate. Lo que hace ladrar de esa manera al caniche es el miedo. Cuando alguien te ataque mucho y no acabes de entender por qué lo hace, no creas que te odia, aunque lo parezca. Seguro que por alguna razón te tiene miedo. Lo contrario al amor no es el odio. Suele ser el miedo. El racista, si fuera sincero con sigo mismo, se daría cuenta que el inmigrante, el diferente, el otro, le da miedo. Cree que viene a destruirlo, a pisotear sus derechos o simplemente no entiende la diferencia.
Miró hacia las señoras que se alejaban en direcciones diferentes con sus perros y concluyó:
- Cuando creas que alguien te odia, intenta hacerte próximo...si dejas de darle miedo, seguro que desaparecerán los ataques..
El joven añadio:
- Si permite que me acerque, claro.
Y ambos rieron juntos...
Baster es un pastor belga, uno de los muchos perros que tenemos en la familia. Es tranquilo, cariñoso, muy sociable incluso con desconocidos, le gusta hacer amigos y jamás se enfada por nada, hagas lo que hagas. Cuando sale a pasear todos los perros pequeños sin excepción le ladran queriéndoselo comer. Él se para y les mira, esperando que se les pase la furia irracional pero los pequeños ante su tranquilidad ladran con más fuerza. Es toda una provocación. Se va alejando de ellos a paso tranquilo y mientras les mira, es como si les dijera: "Si abro mis poderosas fauces desaparecéis del mapa en un minuto". Le ladran porque tienen miedo, es como si le dijeran: "no te acerques". Y esto es lo que ellos pierden, porque Baster estaría dispuesto ha hacer una buena amistad con ellos. Esto mismo es extrapolable a algunas personas, te ladran nada más verte para que no te acerques, tienen sus miedos irracionales simplemente porque son o se consideran pequeños. La solución es agarcharte para que te vean en su mismo tamaño. Creo que si Baster en lugar de caminar gateara, los perros pequeños no le ladrarían.
ResponderEliminar¿Cual es peor enemigo, el miedo o el dinero?. El dinero se puede emplear de muchas formas, el miedo solo nos produce dos emociones: una que nos impele a huir u otra que nos impulsa a luchar.
ResponderEliminarUn abrazo
Pablo.
Seguro que conoces el refrán que dice: "perro ladrador poco mordedor" y como casi todos los refranes,éste tambien tiene mucha razón
ResponderEliminarUn abrazo y hasta dentro de unos días, a partir de mañana me toca descansar jajaja, feliz semana
Bueno, bueno... pocos perros conoces ¡¡¡
ResponderEliminarLos hay grandes, gordos y fuertes, que ladran , muerden y encima son bravucones. Por haber, los hay hasta asesinos¡¡¡ mientras que los pequeñosssssssssssss por mucho que hagan , tan solo muerden los tobillos. A los chinchones pequeñajos y molestones...¡ una patada y a la mierda¡¡¡ ( nada de penas tontas , el que joroba, se le aparta ) los grandes que matan ; un tiro entre ceja y ceja ¡¡ Listo.
Luego están .... los que nos hacen gracia por payasos, o por ser "menguados" de talento, o , simplemente, por guapos y gallardos. De todo hay en esta viña que trillamos.
Y dices que el Sintron mata ? ...... ummmmmmm
Besos con papel de regalo y colorines.
Si nos "acercamos",todo se vuelve brillante.
ResponderEliminarDe lejos,el olor a humo nos asusta,porque no hemos estado sentados a amor de la lumbre.
De la lumbre del prójimo.
Besucos
Gó