“Cuando hayáis llegado a vuestra habitación, sed amables con aquellos que han elegido puertas diferentes y con aquellos que siguen aún en el vestíbulo. Si están equivocados, necesitan mucho más de vuestra oraciones, y si son vuestros enemigos, entonces se os ha mandado rezar por ellos. Esa es una de las reglas comunes a toda la casa”. ( C. S. Lewis ,Mero Cristianismo, Ed. Rialp, Madrid 1995).
Empieza hoy el Octavario por la Unión de las Iglesias. Personalmente prefiero decir, de la Unión de la Iglesia, porque Iglesia hay una sola: la de Jesucristo. Somos nosotros los que nos hemos empeñado en dividirnos y en rechazarnos los unos a los otros.
Leeréis estos días, que se trata de buscar lo que nos une sin ceder en las cosas de Fe y de Moral. Enunciado así, dificilmente lograremos la unidad. Todo lo más, alcanzaremos una entente y un respeto, pero cada uno seguirá enrocado en su posición. Porque precisamente, se trata de saber qué es lo inamovible en Fe y Moral, y qué es lo que se nos ha ido adhiriendo a lo largo de los tiempos y de lo que se puede prescindir.
Si queremos conseguir la Unidad de la Iglesia hemos de acercarnos lo más posible a Jesucristo. Escuchar su Espíritu. Buscar lo que Él quiere de nosotros. La Iglesia está formada por la unión de todos los que seguimos a Jesucristo y profesamos la misma Fe. Se trata pues de profundizar en esa Fe. Se trata de acercarnos con humildad a los Evangelios, para saber cuál es el camino que debemos emprender, qué es lo que verdaderamente nos une, dónde está el Espíritu actuando.
Mientras partamos de una posición de poder, de suficiencia; mientras discutamos sobre primacías y sobre teorías, no alcanzaremos la unidad.
La frase de Lewis con la que he encabezado este post, nos recuerda la necesidad de la oración. Rezar por el otro, es acercarse a él. De ahí este Octavario. Ocho días para recordarnos, que tenemos diferencias, pero que Jesús nos une. Los primeros cristianos causaban admiración: "Mirad cómo se aman", decían de ellos. El día que nosotros logremos reflejar ese Amor, haremos de este mundo, un mundo de Unidad... Más importante que las doctrinas, es saber repartir Amor a nuestro alrededor. Al final de los tiempos seremos juzgados sobre el Amor...no sobre nuestros conocimientos y creencias. El Amor es el único punto de Unión...
Pediremos que la fuerza del Espíritu Santo nos sostenga en todo momento Joan Josep, para que todos seamos uno en el Señor Jesucristo, primogénito de la Nueva Creación.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Bon día Joan Josep:
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.
Una abraçada, Montserrat
No importa las creencias, si amas estas cerca de Dios, porque sufres y piensas en los demas, y aqui caven todas las culturas y filosofias: por alli donde hestan los hombres, alli esta el espiritu.Una abraçada
ResponderEliminarYo también estoy contigo.
ResponderEliminarCon ternura
Sor.cecilia
Hay mil formas de encontrar a Dios.
ResponderEliminarUn Abrazo Joan.