Uno de los factores más importantes de la crisis actual es la falta de confianza recíproca. Quizá por la falta de base ética y moral que padece nuestra sociedad. No puede haber relaciones humanas aceptables sin confianza. Desde la amistad, el matrimonio, la familia...hasta la política. Aquellos tiempos en que un contrato se cerraba con un apretón de manos y unos vinos en la taberna, han pasado a mejor gloria. Ahora hay que buscar la ayuda de un asesor y leerse la letra pequeña tres veces, antes de echar una firma en un documento.
Pero la desconfianza no sólo reina en los negocios. El poder político y el poder judicial no gozan de mejor diagnóstico. Ya casi nadie cree que los políticos busquen el bien del pueblo. Su preocupación principal parece ser los intereses de su partido. Esto es grave, porque el malestar que se va generalizando, puede llevarnos a caminos sin retorno. Junto a propuestas y slogans interesantes de los indignados, aparecen otros absolutamente inaceptables y peligrosamente populistas. No se trata de desmontar la democracia, sino de hacerla verdadera y eficaz. Hay que encontrar la forma de volver a generar la confianza recíproca. Si el resultado de toda esta movida es seguir echándose las culpas unos a otros y nadie se sienta a dialogar y a reflexionar, qué hacemos y cómo hacemos para resolver la crisis, veo el futuro muy negro. Si los políticos siguen por su lado acatando lo que dictan las cuatro grandes potencias y los indignados siguen por el otro creando desorden, convirtiendo las plazas en un gallinero, no solucionaremos nada. Y creo que el paso les toca darlo ahora a los políticos...
Les gusta ser esclavos de una idea, de una ilusión; no se ponen al servició del pueblo:sino de un partido politico.
ResponderEliminarSon de un inmovilismo en toda la regla,ea aqui el disgusto del pueblo.una abraçada
És veritat que no confiem gaire en els altres...Jo conec un senyor de prop de 90 anys que no entenia perquè per qualsevol cosa s'havia de fer tanta paperassa, ell deia : "quan jo era jove, amb una estreta de mà , tot quedava ben lligat".
ResponderEliminarEls temps no sempre canvien per bé...
Una abraçada,
M. Roser
A nivel personal,soy enormemente confiada,porque no sé otro modo de presentarme .
ResponderEliminarPero en asuntos políticos y de otros órdenes parecidos,no puedo confiar porque se van buscando intereses que no benefician a quien en verdad lo necesita.
EL pueblo es el hijo que confía en el padre y la madre.Si ellos le fallan,se ha creado una herida para siempre si no hay un perdón u orden posterior.
Ahora...."ellos" van a mover ficha?No lo creo.
LA "habitación" está muy bien blindada como para cambiar la cerradura.
Besucos
Gó
La confianza es una de las principales bases para que las relaciones entre las personas puedan mantenerse, yo siempre lo he visto así, pues creo que no se puede mantener una buena relación si siempre estás desconfiando de lo que te dicen o de lo que hacen los demmás
ResponderEliminarEn cuanto a la política parece algo mucho más complicado y es verdad que estos días se han oído cosas como "abajo la democracia" o similares que me han hecho saltar de la silla al escucharlas, quizás eso nos pase sobre todo a quienes sabemos lo que es vivir sin ella y el trabajo que costó conseguirla, el problema es que está todo tan globalizado que ya no dependemos de nosotros solos, sino que dependemos mucho de los demás, ya era hora de que algo se empezara a mover, ahora hay que ver cómo termina todo
Un abrazo
¿ Confianza ? ¿ eso existe ? jajajaj ¡¡Que siiiiiii ¡¡¡ existe, no es muy frecuente pero suele venir en el paquete cuando nacemos. Lo malo es que, la rompemos, la desgastamos sin ton ni son y dejamos "huerfanos" a quienes soltamos de la mano. Personalmente me da pena que caminemos de esta forma... ¿ es humano? noooooooooo , achacar nuestra indiferencia por los sentimientos y necesidades del que tenemos en frente, es una justificación para nuestro cobarde egoismo.
ResponderEliminarUn beso y ... ¡¡¡ FELICIDADESSSSSSSS ¡¡¡ gLORIA OM