Se veía claramente que el joven seguidor estaba dándole vueltas a una cuestión. El Anacoreta sabía distinguir claramente ese no estarse quieto, esos suspiros y esas palabras sueltas pronunciadas en voz alta, que denotaban la preocupación del joven. Por eso se hizo el encontradizo, hasta que el seguidor le preguntó:
- No lo entiendo. Hablamos siempre de la plenitud de Dios, de vivir plenamente y los maestros espirituales nos hablan de vacío, de silencio, de la nada...
Sonrió el Anacoreta:
- ¡Ah! ¿Era eso?
Ante la sorpresa del joven seguidor, el anciano no respondió a la pregunta y le ordenó:
- Acércame la quesera.
La quesera, a falta de queso en esa casa, les servía para guardar cartas ya leídas, recortes de periódico que nunca más serían leídos, propaganda...Aquella mañana, hacía unos instantes que, ante su sorpresa, alguien les había mandado un queso manchego semi-curado de regalo.
- Vacíala de todas esas cosas inútiles y pon el queso dentro.
Luego, con una amplia sonrisa, miró al joven seguidor y le dijo:
- ¿Te das cuenta? Para llenar la quesera con un buen queso, primero hemos tenido que vaciarla de cosas inútiles. Pues eso es lo que nos dicen los maestros espirituales. Que vaciemos nuestra vida de cosas inútiles para llenarla de lo que es verdaderamente importante. A eso se refieren cuando hablan de vacuidad. No se trata de vaciar por vaciar...sino para poder alcanzar la plenitud.
Y le dió un pequeño manotazo al joven seguidor que ya se disponía con un cuchillo a cortar un trozo de queso, cuando aún no era la hora de la comida...
Esta escritura es para leerla,digerirla, y sacarle las esencias.Claro que lo mejor seria escucharlas de propia voz al anacoreta:pero la voz la ponemos nosotros, una abraçada julio
ResponderEliminarEstà molt bé la reflexió d'avui, però discrepo amb un gran somriure amistós d'un detall: des de quan les cartes, per llegides que estiguin, son objectes ja inútils? Home, que em tires per terra un dels fonaments de la literatura romàntica:)
ResponderEliminarEt faré arribar el llibre, Joan; no me n'oblidaré. Una forta abraçada!
Es cierto que guardamos muchas cosas inútiles que ocupan un espacio que debería de estar libre y preparado para llenarse de lo realmente importante; con algunas de las que nombra el Anacoreta me siento muy identificada, pero resulta tan difícil desprenderse hasta de las cosas que en el fondo sabemos que ya son totalmente inútiles porque pasó el momento y nunca más las vamos a volver a mirar..., que el propósito de limpiar está siempre presente, pero parece que nunca llega el momento de hacerlo, gracias por este toque de atención
ResponderEliminarUn abrazo
Procuraré despejarme para dejar sitio a las cosas importantes y valiosas como este cuento, me ha gustado muchísimo.
ResponderEliminarUna abraçada Joan:D