El joven seguidor preguntó al Anacoreta:
- ¿No te preocupan las críticas que recibes?
Sonrió el anciano y respondió:
- Intento que no me preocupen. Si buscamos la verdad nos han de ser indiferentes los elogios y las críticas. Lo mejor que podemos hacer, es ignorar los elogios y mirar qué parte de razón tienen los que nos critican. Y no enojarse nunca por ellas, aunque sean injuriosas. Si lo son, lo mejor es ignorarlas.
Sempre endavant, i amb la conciència traquil.la.
ResponderEliminarI ai, dels que s'amaguen en l'anonimat.
Adrià Nyel.