"La multitud seguía juntándose alrededor de
Jesús, y él comenzó a decirles:
– La gente de este tiempo es malvada. Pide una señal milagrosa, pero no se le dará otra señal que la de Jonás. Porque así como Jonás fue señal para la gente de Nínive, así también el Hijo del hombre será señal para la gente de
este tiempo. En el día del juicio, cuando se juzgue a la
gente de este tiempo, la reina del Sur se levantará y la condenará; porque ella
vino de lo más lejano de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y lo que hay aquí es más que Salomón. También los habitantes de Nínive se levantarán en el día
del juicio, cuando se juzgue a la gente de este tiempo, y la condenarán; porque
los de Nínive se convirtieron a Dios cuando oyeron el mensaje de Jonás, y lo que hay aquí es más que Jonás."
Si creemos que Jesús se refiere solamente a los judíos de su tiempo, estamos equivocados. La "gente de este tiempo" también somos nosotros.
Los hombres de todos los tiempos hemos buscado señales, hemos querido un Dios interviniendo constantemente en la historia, para solucionar nuestros problemas y en nuestro provecho. La señal está ahí: Jesús. Él nos señala el camino hacia Dios. Y ese camino pasa a través del hombre.
Toda la vida de Jesús es una señal. Nos indica que a Dios se llega dando de comer al hambriento, dando de beber al sediento, haciendo caminar al paralítico y devolviendo la vista al ciego. El camino hacia Dios es el camino de la justicia. El poder, la riqueza, el dominio, la violencia, los actos sorprendentes...no nos llevan a Dios. El camino hacia Dios, es el camino de la sencillez, de la ternura, de la solidaridad. Jesús, hecho señal, tiene un nombre: AMOR. Esa es la señal, la única señal, que nos indica el camino hacia Dios...
El otro día me vi en una escena escuchando a Jesús, pensé en una pobre mujer a veces "perdida" a la cual el simple hecho de estar a su lado le indica el camino. Me vi de cerca y lo mejor Él Me vio.
ResponderEliminarUn beso desde el Viejo Reyno
Aiara
Hola Juan Josep.
ResponderEliminarI qué señal más hermosa la de Jesús, a través de su soliraridad y amor.
Pero muchas veces no la sabemos captar.
Gracies per aquest Post.
Una abraçada, Montserrat
A veces Jesús nos habla y somos nosotros quienes no sabemos comprender.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.