El joven seguidor, al que le tocaba ese día presidir la oración, leyó para la meditación el texto del evangelio en que Jesús nos invita a "amar al prójimo como a nosotros mimos". Mientras desayunaban, el Anacoreta comentó:
- La mayoría de los comentarios que oigo o leo sobre amar al prójimo como a nosotros mismos, suelen referirse a que el otro tiene nuestros mismos derechos, y que debemos desear para él lo mismo que deseamos para nosotros. Yo creo que la frase es mucho más profunda. Amar al otro como a nosotros mismos es amarlo como formando parte de nosotros mismos. Es amarlo buscando la unidad, considerándolo parte de nuestro mismo ser.
Sonrió diciendo:
- Se lo oí comentar así a Raimon Panikkar y no lo he olvidado nunca más.
Querer al otro como a uno mismo.... Juan, el problema es que no nos queremos. Como querer a otros desde ahí ..... Me hago mayor, las fuerzas me abandonan por días y el esfuerzo es tan grande que....¡ solo me queda luchar con el amor por los otros¡
ResponderEliminarUno de los peores descubrimientos es el ver que muy pocos son los que piensan en los demás ... los zapatos quedan sin doble uso, como podrían decir en la india.
Sigo con Maria hasta el viernes.... no puedo ir a Barcelona yo sola, mi movilidad no es de fiar....jo, y esta vez quería haber ido a ver la sagrada familia por dentro ( me han contado que se pone en 20 € ¡¡¡) Bueno, hay que ser optimistas y pensar que volveré pronto.
¿ Cómo estas tú?
Joan , me voy porque los de allí necesitan ayuda con los dos niños que de no ser así pensaba dedicar unos días a Barcelona y los amigos de este precioso lugar.
Gloria, mi amiga del arma!!! Que bueno saber de ti, aunque sea en la distancia. Por cierto ¿Qué tiempo hace por Blanes? Un entrañable, fuerte y dulce abrazo, Gloria. Y otro para ti machote, pa que no tengas celos. Os recuerdo siempre.
ResponderEliminarHares