miércoles, 26 de febrero de 2014

GASTAR LA VIDA



"El Señor Jesús ha dicho:
- El que quiera conservar su vida, la perderá;
y quien la pierda por mí, la encontrará en
la vida eterna.
Pero, a nosotros nos da miedo gastar la vida,
entregarla sin reservas.
Un terrible instinto de conservación nos encierra
en el egoísmo,
y nos atenaza, cuando queremos jugarnos la vida.
En todas partes, nos hacemos seguros, para
ahorrarnos riesgos...
Y, sobre todo, somos cobardes...

Señor Jesús, nos da miedo gastar la vida.
Pero, Tú, nos das la vida para que la gastemos;
y no nos la podemos reservar en un egoísmo
estéril.
Gastar la vida es trabajar por los otros, aunque
no nos paguen:
hacer un favor a aquel que no nos lo devuelve.
Gastar la vida es lanzarse al fracaso, si es necesario,
sin falsas prudencias.
Es quemar las naves en bien del prójimo.
Somos antorchas que só tenemos sentido
cuando ardemos;
sólo entonces seremos luz.

Líbranos de la prudencia cobarde,
que nos hace ahorrar el sacrificio y que busca
la seguridad.
Gastar la vida no se hace con gestos ampulosos
ni con falsa teatralidad.
La vida se da sencillamente,
sin publicidad, como agua que rebosa,
como la madre que da el pecho al niño,
como el sudor humilde del sembrador.

Entrénanos, Señor, a lanzarnos a
lo imposible,
porque, tras lo imposible, está tu
gracia y tu presencia.
No podemos caer en el vacío.
El futuro es un enigma. Nuestro camino
se adentra en la niebla.
Sin embargo, queremos entregarnos, porque
tu estás esperando, en la noche,
con mil ojos llenos de lágrimas."

(Lluís Espinal, jesuíta asesinado en Bolivia por defender los derechos de los mineros)

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