"En una ocasión estaban ayunando los seguidores de Juan el Bautista y los de los fariseos. Algunas personas fueron a Jesús y le preguntaron:
– Los seguidores de Juan y los de los fariseos ayunan: ¿por qué no ayunan tus discípulos?
Jesús les contestó:
– ¿Acaso pueden ayunar los invitados a una boda mientras el novio está con ellos? Mientras está presente el novio, no pueden ayunar. Pero vendrá el momento en que se lleven al novio; entonces, cuando llegue ese día, ayunarán.
Nadie remienda un vestido viejo con un trozo de tela nueva, porque lo nuevo encoge y tira del vestido viejo, y el desgarrón se hace mayor. Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo hace que revienten los odres y que se pierdan tanto el vino como los odres. Por eso hay que echar el vino nuevo en odres nuevos."
Los fariseos se quejan de que los discípulos de Jesús no ayunan. Jesús les dice el por qué. Porque están con Él.
Jesús les dice que llegan tiempos nuevos con costumbres nuevas. No se trata de eliminar el ayuno, sino de darle un nuevo sentido. Y ese ayuno lo encontramos ya anunciado en el profeta Isaías:
"El ayuno que yo quiero es este: abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que va desnudo y no cerrarte a tu propia carne."
Hoy siguen muriendo niños de hambre. Siguen muriendo de frío gente sin hogar. Se siguen ahogando en el mediterráneo gente que huye de la opresión y la miseria. ¿Creéis que los cristianos hemos entendido este evangelio?¿Recibimos ese vino nuevo de la Palabra y lo encerramos en odres nuevos, o, más bien, seguimos con los odres viejos del legalismo y de mirarnos el ombligo?
Si realmente estamos con Jesús, ya sabemos cuál debe ser nuestro ayuno.
Los fariseos se quejan de que los discípulos de Jesús no ayunan. Jesús les dice el por qué. Porque están con Él.
Jesús les dice que llegan tiempos nuevos con costumbres nuevas. No se trata de eliminar el ayuno, sino de darle un nuevo sentido. Y ese ayuno lo encontramos ya anunciado en el profeta Isaías:
"El ayuno que yo quiero es este: abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que va desnudo y no cerrarte a tu propia carne."
Hoy siguen muriendo niños de hambre. Siguen muriendo de frío gente sin hogar. Se siguen ahogando en el mediterráneo gente que huye de la opresión y la miseria. ¿Creéis que los cristianos hemos entendido este evangelio?¿Recibimos ese vino nuevo de la Palabra y lo encerramos en odres nuevos, o, más bien, seguimos con los odres viejos del legalismo y de mirarnos el ombligo?
Si realmente estamos con Jesús, ya sabemos cuál debe ser nuestro ayuno.
Estic segura que els cristians si que entenem aquest Evengeli ..Estem preparats per rebre refugiats ,pero qui tindria que portals no ho fa Com solucionem el problema?
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