"Jesús estaba viendo cómo los ricos echaban dinero en las arcas de las ofrendas, y vio también a una viuda pobre que echaba dos monedas de cobre. Entonces dijo:
– Verdaderamente os digo que esta viuda pobre ha dado más que nadie, pues todos dan sus ofrendas de lo que les sobra, pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para su sustento."
Este texto deberíamos leerlo cada vez que participamos en una campaña solidaria. Ciertamente aquellos ricos daban mucho dinero, pero su vida no cambiaba. Podían prescindir tranquilamente de aquel dinero. La viuda dio aquello que necesitaba para vivir. Y es que no es lo mismo dar que darse.
El argumento que dan los países europeos para cerrar sus fronteras a los inmigrantes es, que su economía se resentirá, que sus presupuestos no lo permiten. Si nuestra mentalidad fuese la de la viuda, abriríamos nuestras fronteras sabiendo que debemos hacer sacrificios. Nuestra filosofía capitalista nos lleva a acumular, no a compartir. A dar lo que nos sobra.
Jesús no nos pide que demos. Nos pide que nos demos.
Que nos demos... Pare Nostre
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