"Sucedió que un sábado fue Jesús a comer a casa de un jefe fariseo, y otros fariseos le estaban espiando. Había allí, delante de él, un hombre enfermo de hidropesía. Jesús preguntó a los maestros de la ley y a los fariseos:
– ¿Está permitido sanar a un enfermo en sábado, o no?
Pero ellos se quedaron callados. Entonces Jesús tomó al enfermo, lo sanó y lo despidió. Y dijo a los fariseos:
– ¿Quién de vosotros, si su hijo o su buey cae a un pozo, no lo saca en seguida aunque sea sábado?
Y no pudieron contestarle nada." (Lc 14,1-6)
Este evangelio es parecido al del lunes. Allí Jesús curaba a una mujer encorbada en sábado y los fariseos se lo echaban en cara. Aquí Jesús se adelanta a ellos y les pregunta si está permitido curar en sábado. Les da la misma lección. Si lo hacemos con los animales, ¿por qué no con las personas? Los deja sin palabras.
Primero, vemos que Jesús no tenía ningún reparo en ir a casa de un fariseo. Aprovechaba todas las ocasiones para anunciar el Reino a todos los que querían escucharlo.
También volvemos a ver la importancia que daba Jesús a curar a las personas. A luchar con todas sus fuerzas contra el mal. Jesús ama a las personas y quiere librarlas del mal, físico y espiritual. Nosotros, como los fariseos, damos mucha importancia a la ley, las normas. Jesús nos dice claramente que la ley y las normas están al servicio de las personas. Una ley o una norma que no nos hace crecer, que no elimina la injusticia, que no nos hace libres, no es correcta.
Este evangelio es parecido al del lunes. Allí Jesús curaba a una mujer encorbada en sábado y los fariseos se lo echaban en cara. Aquí Jesús se adelanta a ellos y les pregunta si está permitido curar en sábado. Les da la misma lección. Si lo hacemos con los animales, ¿por qué no con las personas? Los deja sin palabras.
Primero, vemos que Jesús no tenía ningún reparo en ir a casa de un fariseo. Aprovechaba todas las ocasiones para anunciar el Reino a todos los que querían escucharlo.
También volvemos a ver la importancia que daba Jesús a curar a las personas. A luchar con todas sus fuerzas contra el mal. Jesús ama a las personas y quiere librarlas del mal, físico y espiritual. Nosotros, como los fariseos, damos mucha importancia a la ley, las normas. Jesús nos dice claramente que la ley y las normas están al servicio de las personas. Una ley o una norma que no nos hace crecer, que no elimina la injusticia, que no nos hace libres, no es correcta.
Curans, Jesús, alliberans, Pare... a nosaltres (papa i mama) i als nostres fills. Pare Nostre. Vingui el teu Regne.
ResponderEliminarJoan Josep, tandebó es seguis el Pare Nostre i regnés el perdó i la Pau, estic trista i preocupada per el que está passant a la meva terra natal encare que no ho comenti en el facebook.
ResponderEliminarUna abraçada