lunes, 22 de octubre de 2018

RICOS ANTE DIOS


"Uno de entre la gente dijo a Jesús:
– Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia. 
Jesús le contestó:
– Amigo, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?
También dijo:
– Guardaos de toda avaricia, porque la vida no depende del poseer muchas cosas.
Entonces les contó esta parábola:
- Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha. El rico se puso a pensar: ‘¿Qué haré? ¡No tengo donde guardar mi cosecha!’ Y se dijo: ‘Ya sé qué voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes en los que guardar toda mi cosecha y mis bienes. Luego me diré: Amigo, ya tienes muchos bienes guardados para muchos años; descansa, come, bebe y goza de la vida.’ Pero Dios le dijo: ‘Necio, vas a morir esta misma noche: ¿para quién será lo que tienes guardado?’ Eso le pasa al hombre que acumula riquezas para sí mismo, pero no es rico delante de Dios."

El deseo de acumular dinero sólo causa problemas al hombre. La avaricia rompe familias, divide la sociedad y crea injusticias flagrantes en nuestra sociedad.
Aquella persona quiere que Jesús dirima en un problema de herencias. Jesús responde señalando los problemas de l avaricia y la inutilidad de acumular dinero. No nos lo llevaremos al otro mundo. La verdadera riqueza ante Dios no es de dinero, sino de Amor. 
 "La idolatría de la economía no solo deshumaniza sino que va en contra del plan que Dios tiene para las personas. Las herencias y el reparto de bienes han destruido familias numerosas, el deseo de acaparar implica privar a otros de la posibilidad de disfrutar de una vida digna, de esto quiere advertirnos Jesús. En la Sagrada Escritura encontramos reglas establecidas para la distribución de herencias, con lo que se quería evitar la codicia, el evangelio queriendo sacar a la luz este tipo de comportamientos, nos permite ver el rostro de un Dios que tiene como principio el amor, la misericordia, la práctica de la equidad y justicia; el discípulo de Jesús no puede vivir pensando y actuando para sí, dejando de la lado la vida de familia y la construcción comunitaria. Estamos llamados en medio de este mundo envuelto por luces y sombras a ser signos visibles del Reino de Dios, constructores de una nueva humanidad, libre de la codicia, del deseo de lucro y del poder que destruye la vida humana. ¿Qué clase de tesoro estoy acumulando?" (Koinonía) 


1 comentario:

  1. "...això li passa a l'home que acumula riqueses per a ell, però no és ric davant Déu,,,"

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