"Un hombre enfermo de lepra se acercó a Jesús, y poniéndose de rodillas le dijo:
–Si quieres, puedes limpiarme de mi enfermedad.
Jesús tuvo compasión de él, le tocó con la mano y dijo:
– Quiero. ¡Queda limpio!
Al momento se le quitó la lepra y quedó limpio. Jesús lo despidió en seguida, recomendándole mucho:
– Mira, no se lo digas a nadie. Pero ve, preséntate al sacerdote y lleva por tu purificación la ofrenda ordenada por Moisés; así sabrán todos que ya estás limpio de tu enfermedad.
Sin embargo, en cuanto se fue, comenzó a contar a todos lo que había pasado. Por eso, Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, sino que se quedaba fuera, en lugares donde no había nadie; pero de todas partes acudían a verle."
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"¡La lepra! ¡La espantosa lepra! El peor de los males. Según la mentalidad de la época, un castigo fulminante por un pecado grave cometido por el enfermo o alguno de sus antepasados. Estas personas eran los excluidos dentro de los excluidos. Enfermos, impuros, pecadores, rechazados. Qué cuadro tan dramático. Nadie podía acercarse a un leproso. Sin embargo, Jesús lo deja acercarse, escucha la súplica angustiosa, lo toca y lo sana de su terrible dolencia. Pero Jesús no quiere fama ni prestigio. Por eso le pide al que ha sido curado que no diga nada a nadie. Sus actos de liberación son signos de la presencia transformadora del Reino. La gente acude a él. Seguramente buscando bienes pasajeros, pero Jesús les ofrece los bienes del reino de Dios que proporcionan vida y libertad. ¿Quiénes son hoy en nuestro medio los “leprosos” que suplican “salud”, liberación, justicia? ¿Cuáles son los signos con los que acompañamos el anuncio del reino de la vida a nuestro pueblo empobrecido, desesperanzado y marginado?" (Koinonía)
"Un home malalt de lepra es va acostar a Jesús, i posant-se de genolls li va dir:
ResponderEliminar-Si vols, pots netejar-me de la meva malaltia.
Jesús va tenir compassió d'ell, li va tocar amb la mà i va dir:
- Vull. Queda net!
Al moment se li va treure la lepra i quedà pur. Jesús el va fer marxar de seguida, recomanant-li molt:
- Mira, no l'hi diguis a ningú.