"Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os haré descansar. Aceptad el yugo que os impongo, y aprended de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontraréis descanso. Porque el yugo y la carga que yo os impongo son ligeros."
Él es nuestro reposo. Para ello debemos vivir su Presencia en cada momento. Debemos saber verlo en los acontecimientos y en los demás. Es ver las cosas con ojos diferentes. Nosotros usamos normalmente los ojos de la competitividad, del éxito, del ser más que los demás. Una mirada basada en el Amor, en la fraternidad, en el compartir, nos ayudará a verlo constantemente. Así encontraremos la paz.
Él es nuestro reposo. Para ello debemos vivir su Presencia en cada momento. Debemos saber verlo en los acontecimientos y en los demás. Es ver las cosas con ojos diferentes. Nosotros usamos normalmente los ojos de la competitividad, del éxito, del ser más que los demás. Una mirada basada en el Amor, en la fraternidad, en el compartir, nos ayudará a verlo constantemente. Así encontraremos la paz.
"Ante los fracasos y desilusiones que llueven a diario sobre el ciudadano común nada remoto resulta caer en el conformismo y la desesperanza. ¿Para qué esforzarse si nada logramos cambiar? Entonces urge darse tiempo para reposar, calibrando metas y trabajos: replantear la trayectoria. No es fácil. Pensemos en el mercado laboral, cada día más cambiante y requiriendo de nuevas habilidades. Más que nunca, los jóvenes, pero sobre todo los mayores, debemos cultivar una amplia gama de habilidades camaleónicas, y de especializaciones que faciliten la incorporación a la fuerza laboral sin retardos. Y esto también vale en el terreno de la fe y de la relación personal con Dios. Hay que alimentar la comunicación con Cristo Jesús, a fin de asegurarnos paz interior y descanso. ¿Está Cristo en nuestro horizonte de vida? ¿Lo buscamos? Vale más un grano de arena que una nube de humo y encontrarse con él en persona que perderse en una multitud. Él es el único que nos regenera en la oración y el trato continuo, donde el horizonte se abre de nuevo." (Koinonía)
"Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os haré descansar. Aceptad el yugo que os impongo, y aprended de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontraréis descanso. Porque el yugo y la carga que yo os impongo son ligeros."
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