lunes, 30 de septiembre de 2024

ACOGER A LOS NIÑOS

 

Por aquel entonces, los discípulos se pusieron a discutir quién de ellos sería el más importante. Jesús, al darse cuenta de lo que estaban pensando, tomó a un niño, lo puso junto a él y les dijo:
– El que recibe a este niño en mi nombre, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe también al que me envió. Por eso, el más insignificante entre todos vosotros, ese será el más importante.
Juan le dijo:
– Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre, pero como no es de los nuestros se lo hemos prohibido.
Jesús le contestó:
– No se lo prohibáis, porque el que no está contra nosotros está a nuestro favor.


Es un evangelio que siempre hemos meditado los educadores. Ver a Jesús en los niños, en nuestros alumnos. Si realmente lo hubiésemos meditado no habría habido casos de pederastia entre nosotros. 

"Jesús, definitivamente es un subversivo: nos pide cambiar nuestros criterios de valor con el prójimo y poner en primer lugar a los pequeños, porque quien los acoge le acoge a Él. Poner en ellos más amor de obras y de palabras, cuidarlos, escucharlos. También respetarlos porque aún con la buena intención de ayudar pudiera ser que empleásemos con ellos la “condescendencia” del que se cree superior. Todo esto, con frecuencia, resulta escasamente gratificante para nuestra condición humana caída. Como los primeros discípulos sólo podemos hacerlo siguiendo al Señor y abrazando su cruz. Alimentémonos de su palabra con mayor abundancia y encontremos en ella la fuente de vida."
(Virginia Fernández"

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