La madre y los hermanos de Jesús acudieron a donde él estaba, pero no pudieron acercársele porque había mucha gente. Alguien avisó a Jesús:
– Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte.
Él contestó:
– Los que oyen el mensaje de Dios y lo ponen en práctica, esos son mi madre y mis hermanos.
Todos somos familia de Jesús. Se trata de oír el mensaje de Dios, su Palabra y ponerla en práctica. Ese mensaje es claro: amar a Dios y al prójimo. Es así como todos podremos considerarnos familia de Jesús y hermanos unos de otros. Si queremos una sociedad fraterna este es el camino.
Debemos escuchar la Palabra y hacerla Vida en nosotros. Es decir, Amar.
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