lunes, 22 de septiembre de 2025

¿SOMOS LUZ?

 


Nadie enciende una lámpara para taparla con una olla o ponerla debajo de la cama, sino que la pone en alto para que tengan luz los que entran. De la misma manera, no hay nada escondido que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a conocerse y ponerse en claro.
Así que oíd bien, pues al que tiene se le dará más; pero al que no tiene, hasta lo poco que cree tener se le quitará.

Hemos de ser luz para los que nos rodean. Nos quejamos de la falta de Fe de nuestra sociedad, de que las iglesias están vacías. Pero, ¿somos luz para los demás? Ven a Cristo en nosotros?

"Jesús es el Cristo, el Ungido del Señor, el Salvador único y definitivo de toda la humanidad que nos rescata del pecado y de la muerte y nos abre el camino a Dios. Pero a la sombra del único Cristo, hay otros “ungidos”, que por su función institucional o por su carisma personal, también cooperan a la obra de la salvación. A veces se trata de “pequeñas salvaciones”, dentro de los límites de este mundo, pero que también son importantes y abren horizontes de esperanza, de la que estamos tan necesitados. En Israel los sacerdotes, los reyes y los profetas eran ungidos, pequeños cristos, por su función mediadora. Pero también aparecían otros ungidos, incluso ajenos al Pueblo elegido, que, como instrumentos de Dios, realizaban acciones salvadoras, acordes con la voluntad de Dios. Así, por ejemplo, Ciro, sensible y abierto a la religión de Israel, y que propicia con su apertura un nuevo éxodo, tras la dura experiencia del destierro.
Jesús, el Cristo y luz del mundo, derrama el aceite de su unción y su luz sobre aquellos que están abiertos a la voluntad de Dios. Es importante tener la capacidad de ver esa unción y esa luz allí donde se encuentre, incluso, como en el caso de Ciro, fuera de los límites del Pueblo de Dios, la Iglesia. Pero los que hemos recibido la luz de la fe y la unción del bautismo estamos llamados de manera especial a ser luz, a dar testimonio de la salvación en Cristo. Es una gracia, pero también una responsabilidad: Jesús nos llama hoy con especial insistencia a asumir esa responsabilidad: no podemos ocultar la luz de la fe como si fuera un asunto privado; hemos recibido mucho, mucho tenemos que dar, no sea que nos acaben quitando lo que creemos tener
(José Mª Vegas cmf, Ciudad Redonda)

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