Pues sí, vaya día. El despacho en donde trabajo está ubicado en una elevada y antigua buhardilla reformada, de techo inclinado y vigas de madera, con pequeños ventanales góticos. Esta mañana el cielo no nos ofrecía ni una gota de luz. Caía generosa el agua de la lluvia detrás de los cristales, y dentro también; los viejos edificios están llenos de goteras y el nuestro no es una excepción. Había más cubos que ordenadores. El alto campanario de Santa María es nuestro fiel vecino, y a las nueve y cuarto dejaba sonar sus campanadas a muertos con más tristeza, si cabe. Las palomas no se posaban en la repisa de nuestras ventanas... Pero flotaba en el ambiente una esencia otoñal que agudizaba el espíritu y me hacía sentir muy a gusto, y me permitía gozar, con más intensidad si cabe, de la suerte de estar viva, trabajando y a cobijo. E incluso habiendo amanecido el día gris y triste, creo que he sido feliz y que he dado gracias por la vida. Un fuerte abrazo. Montse
respecto a los días lluviosos de otoño , quizás todo es un poco depende de como se mire en realidad, yo creo que más que tristes son nostálgicos y tienen también su encanto aunque el sol no brille tan fuerte, los colores le dan una belleza especial... respecto a la canción no sé porqué no puedo oírla
un abrazo joan, y animaté, me voy cn la impresión de que estás algo triste y por eso lo ves gris.....te regalo mi sonrisa a la vida y de momento con todos los dientes....ahora no es de profiden...;-))
Un poco triste si que es, pero bueno, tiene que haber de todo ¿no? A pesar de ser triste es muy bonita
ResponderEliminarUn abrazo
Soqui
Cierto, aquí el día gris, lluvioso y más fresco que ayer.. sin embargo no es tan triste. Tuve el gusto de volver a verte y darte un par de besos.
ResponderEliminarNo conocía este tema, Joan. Es precioso. Muchos besos.
Pues sí, vaya día. El despacho en donde trabajo está ubicado en una elevada y antigua buhardilla reformada, de techo inclinado y vigas de madera, con pequeños ventanales góticos. Esta mañana el cielo no nos ofrecía ni una gota de luz. Caía generosa el agua de la lluvia detrás de los cristales, y dentro también; los viejos edificios están llenos de goteras y el nuestro no es una excepción. Había más cubos que ordenadores. El alto campanario de Santa María es nuestro fiel vecino, y a las nueve y cuarto dejaba sonar sus campanadas a muertos con más tristeza, si cabe. Las palomas no se posaban en la repisa de nuestras ventanas...
ResponderEliminarPero flotaba en el ambiente una esencia otoñal que agudizaba el espíritu y me hacía sentir muy a gusto, y me permitía gozar, con más intensidad si cabe, de la suerte de estar viva, trabajando y a cobijo.
E incluso habiendo amanecido el día gris y triste, creo que he sido feliz y que he dado gracias por la vida.
Un fuerte abrazo.
Montse
respecto a los días lluviosos de otoño , quizás todo es un poco depende de como se mire en realidad, yo creo que más que tristes son nostálgicos y tienen también su encanto aunque el sol no brille tan fuerte, los colores le dan una belleza especial...
ResponderEliminarrespecto a la canción no sé porqué no puedo oírla
un abrazo joan, y animaté, me voy cn la impresión de que estás algo triste y por eso lo ves gris.....te regalo mi sonrisa a la vida y de momento con todos los dientes....ahora no es de profiden...;-))
Preciosa y triste canción..
ResponderEliminarUn beso..isa