miércoles, 28 de abril de 2010

EL FRUTO DE LA ORACIÓN


Cuando ores, sé como la montaña
en calma, en silencio;
enraizados los pensamientos en la eternidad.
No hagas nada, sólo siéntate, sólo sé;
y cosecharás el fruto de la oración.
Cuando ores, sé como la flor
estirándose hacia el sol;
con el tallo erguido cual columna.
Estate abierto, dispuesto a aceptarlo todo sin miedo
y no te faltará la luz en tu caminar.
Cuando ores, sé como el océano
calmado en lo profundo,
con las olas subiendo y bajando.
Mantén la calma de tu corazón
y los malos pensamientos desaparecerán por sí solos.
Cuando ores, recuerda el aliento
que nos convirtió en vivientes:
de Dios procede, a Él regresa.
Une la Palabra y la oración con la corriente de la vida
y nada se interpondrá entre ti y el Dador de vida.
Cuabdo ores, sé como el pájaro,
que canta sin cesar ante el Creador,
con su canto elevándose como incienso.
Ora como la tórtola
y nunca te desanimarás.
(Serafín de Sarov)

5 comentarios:

  1. Precio Joan. Con tu permiso me lo llevo y leeré en clase momentos antes de la meditación. Imagino que no te importará.

    Un Abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Así me gustaría hacerlo.Así,SIENDO,como los pájaros que elevan su canto hacia el cielo.
    Pienso en mis momentos de silencio,y en ese dejarme llevar por la mano del Creador..
    Gracias por tu refelxión acerca de la oración:A mí me hace falta descubrir tanto sobre ella¡¡
    Besucos

    ResponderEliminar
  3. Gracias Joan, me viene muy bien en estos días y yo ya me lo he llevado, sin pedir permiso ni nada....

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Una preciosidad. Me ha trasmitido paz que es lo que necesitaba.
    Graciasss
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Muy buena entrada, me ha gustado y ayudado mucho. Gracias, siempre viene bien. Un saludo en el Resucitado

    ResponderEliminar