"Y en cuanto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés el pasaje de la zarza ardiendo cuando Dios dijo a Moisés: ‘Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob?’ ¡Y Dios no es Dios de muertos, sino de vivos! Así que estáis muy equivocados."
Los saduceos no creían en la resurrección. Por eso le plantean a Jesús un caso extravagante de aplicación de la ley del levirato de los judíos, para burlarse de los que sí creían. El problema está en qué idea tenemos de la resurrección. No se trata de volver a esta vida, si no de trascender esta vida. Lo que hay detrás de la muerte, evidentemente, es un misterio. No podemos aplicar nuestros criterios a algo que está más allá de nuestra vida terrestre. Lo que nos dice la Fe, es que renacemos en Dios. Un Dios de vida, no de muerte.
Bon día Joan Josep.
ResponderEliminarSi tohom tingués aquesta Fe, no temdríen tant la mort.