"La madre de los hijos de Zebedeo se acercó con ellos a Jesús, y se arrodilló para pedirle un favor. Jesús le preguntó:
– ¿Qué quieres?
Ella le dijo:
– Manda que estos dos hijos míos se sienten en tu reino uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.
Jesús contestó:
– No sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa amarga que voy a beber yo?
Le dijeron:
– Podemos.
Jesús les respondió:
– Vosotros beberéis esa copa de amargura, pero el sentaros a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mí darlo. Será para quienes mi Padre lo ha preparado.
Cuando los otros diez discípulos oyeron todo esto, se enojaron con los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo:
– Sabéis que, entre los paganos, los jefes gobiernan con tiranía a sus súbditos y los grandes descargan sobre ellos el peso de su autoridad. Pero entre vosotros no debe ser así. Al contrario, el que entre vosotros quiera ser grande, que sirva a los demás; y el que entre vosotros quiera ser el primero, que sea vuestro esclavo. Porque, del mismo modo, el Hijo del hombre no ha venido para ser servido, sino para servir y dar su vida en pago de la libertad de todos."
Desgraciadamente nuestra Iglesia sigue siendo jerárquica y se sigue luchando por alcanzar los altos cargos. Y los que los tienen, no suelen escuchar a los fieles y no todos sirven y se entregan. Pero lo que Jesús dijo a sus seguidores está claro, pero no lo queremos entender.
Hola Joan Josep. Afortunadament el nostre Papa Francisco es un exemple d´humiltat.
ResponderEliminarUna abraçada, Montserrat