"Mientras Jesús decía estas cosas, una mujer gritó de en medio de la gente:
– ¡Dichosa la mujer que te dio a luz y te crió!
Él contestó:
– ¡Dichosos más bien los que escuchan el mensaje de Dios y le obedecen!
De este texto ya hice un pequeño comentario el día 12, ya que también era el evangelio de la fiesta del Pilar. Por eso hoy os pongo el comentario de Koinonia (Servicio Bíblico Iberoamericano):
"Todos queremos mantener atados a nosotros a los seres queridos. Pero
Jesús no obra así. Para él lo fundamental no son los lazos de sangre que
nos emparentan. Lo fundamental para Jesús es que la Palabra de Dios se
haga realidad, se convierta en vida y en compromiso por el Reino. No es
la sangre (la carne) lo que une a los creyentes. Son ligaduras más
fuertes que proceden de la meditación asidua de la Palabra, que es
Cristo Jesús, hasta el punto de convertirse en factor de unidad y
comunión entre los creyentes seguidores de Jesús. La familia, la
comunidad del Reino, es una comunidad de hermanos unidos fuertemente por
la acción del Espíritu Santo. Fruto de esta unión será la fraternidad,
la solidaridad, la compasión y la misericordia. Ello nos convertirá en
personas justas y hospitalarias. Solo cuando nuestro mundo entienda que
es el amor fraterno y compasivo lo que nos humaniza entonces si podremos
soñar con otro mundo posible. Oremos juntos por la paz del mundo."
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sábado, 14 de octubre de 2017
LA PALABRA NOS UNE
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Si Oremos por la Paz del Mundo.
ResponderEliminarPadre Nuestro....
La família, la Pau, posar en fets la Paraula... Pare Nostre
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