"Jesús estaba expulsando un demonio que había dejado mudo a un hombre. Cuando el demonio salió, el mudo comenzó a hablar. La gente se quedó asombrada, aunque algunos dijeron:
– Beelzebú, el jefe de los demonios, es quien ha dado a este hombre poder para expulsarlos.
Otros, para tenderle una trampa, le pidieron una señal milagrosa del cielo. Pero él, que sabía lo que estaban pensando, les dijo:
– Todo país dividido en bandos enemigos se destruye a sí mismo, y sus casas se derrumban una tras otra. Así también, si Satanás se divide contra sí
mismo, ¿cómo mantendrá su poder? Digo esto porque afirmáis que yo
expulso a los demonios por el poder de Beelzebú. Pues si yo expulso a los demonios por el poder de Beelzebú, ¿quién da a vuestros seguidores el poder para expulsarlos? Por eso, ellos mismos demuestran que estáis equivocados. Pero si yo expulso a los demonios por el poder de Dios, es que el reino de Dios ya ha llegado a vosotros.
Cuando un hombre fuerte y bien armado cuida de su casa, lo que guarda en ella está seguro. Pero si otro más fuerte que él llega y le vence, le quita las armas en las que confiaba y reparte sus bienes como botín. El que no está conmigo está contra mí; y el que conmigo no recoge, desparrama."
Nuestra sociedad quiere a la gente muda. Sólo se puede decir aquello que es políticamente correcto. Los medios nos marcan las modas, las tendencias, y nos dan pautas de conducta. Hay gente en la Iglesia que también querría a los cristianos mudos, sin criterio. Personas que se limitan a repetir siempre lo que les dictan sin reflexionar. Cuando alguien "habla", dicen que lo hace en virtud del diablo y lo mandan callar.
Jesús devuelve el habla. Jesús quiere que seamos libres. Estar con Jesús es tener la libertad de los Hijos de Dios. Con Él recogemos. Es Él quien nos da la palabra.
QUI NO ESTÀ AMB MI...QUI NO RECULL ESCAMPA..Pare Nostre
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