lunes, 15 de marzo de 2021

JESÚS NOS SALVA A TODOS

 


En aquel tiempo, salió Jesús de Samaría para Galilea. Jesús mismo había hecho esta afirmación: "Un profeta no es estimado en su propia patria." Cuando llegó a Galilea, los galileos lo recibieron bien, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
Fue Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real que tenía un hijo enfermo en Cafarnaún. Oyendo que Jesús había llegado de Judea a Galilea, fue a verle, y le pedía que bajase a curar a su hijo que estaba muriéndose. Jesús le dijo: "Como no veáis signos y prodigios, no creéis." El funcionario insiste: "Señor, baja antes de que se muera mi niño." Jesús le contesta: "Anda, tu hijo está curado." El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino. Iba ya bajando, cuando sus criados vinieron a su encuentro diciéndole que su hijo estaba curado. Él les preguntó a qué hora había empezado la mejoría. Y le contestaron: "Hoy a la una lo dejó la fiebre." El padre cayó en la cuenta de que ésa era la hora cuando Jesús le había dicho: "Tu hijo está curado." Y creyó él con toda su familia. Este segundo signo lo hizo Jesús al llegar de Judea a Galilea.

Jesús es fuente de vida. Nos salva a todos. Aquel niño era el hijo de un funcionario real. Para Jesús es alguien que necesita salvación. Él nos salva a todos sin hacer diferencias. ¿Hacemos nosotros diferencias?
"Por la salud de un hijo, sus padres están dispuestos a mover cielo y tierra. En tiempos de Jesús, había un índice muy elevado de mortalidad infantil, sobre todo, en los primeros dos años de vida; más que los accidentes, las precarias condiciones alimentarias y sanitarias propiciaban que las enfermedades hicieran estragos entre la población. Se calcula que, en el Imperio Romano, por cada seis niños que pariera una mujer, al menos tres no rebasarían los tres años. El promedio de vida rondaba los 24 años, aunque había gente longeva; uno de mil podría vivir más de ochenta años, dependiendo de las condiciones de vida.
El derecho a la salud ha ido tomando carta de ciudadanía en nuestras sociedades industrializadas. Esto significa que no solo debe haber acceso a los bienes sanitarios, sino propiciar las condiciones de vida que favorezcan vivir con la mejor salud posible. Que Jesús sane al hijo de un funcionario real habla de que la salud es un bien que está por encima de las condiciones sociales de los individuos." (Koinonía)

No hay comentarios:

Publicar un comentario