No todos los que me dicen ‘Señor, Señor’ entrarán en el reino de los cielos, sino solo los que hacen la voluntad de mi Padre celestial. |
Todo el que oye mis palabras y hace caso a lo que digo es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos contra la casa; pero no cayó, porque tenía sus cimientos sobre la roca. Pero todo el que oye mis palabras y no hace caso a lo que digo, es como un tonto que construyó su casa sobre la arena. Vino la lluvia, crecieron los ríos y soplaron los vientos, y la casa se derrumbó. ¡Fue un completo desastre! ¿Sobre qué construimos nuestra vida espiritual? ¿Sobre nomas, prácticas, palabras vacías...? Esto es construir sobre arena. A las primeras dificultades se desmoronará todo. Jesús nos dice que debemos construir sobre su Palabra y su ejemplo: amar al prójimo como a nosotros mismos, amar a los demás como Él nos ha amado, amar a nuestros enemigos... Es decir AMANDO. Esto es construir sobre roca. Ninguna dificultad destruirá nuestra espiritualidad. Una espiritualidad basada en la escucha de la Palabra y su puesta en práctica. Una espiritualidad edificada sobre Cristo. |
L'home Savi Edifica sobre ROCA
ResponderEliminar