¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le extravía una de ellas, ¿no dejará las otras noventa y nueve en el monte e irá a buscar la extraviada? Y si logra encontrarla, os aseguro que se alegrará más por esa oveja que por las noventa y nueve que no se extraviaron. Del mismo modo, vuestro Padre que está en el cielo no quiere que se pierda ninguno de estos pequeños.
Jesús, con esta parábola, nos dice que cada uno de nosotros somos únicos para Él. Estamos desorientados y perdidos en esta vida, donde tantas cosas nos distraen de lo esencial, nos sacan fuera de nosotros y nos convierten en rebaño. Cada uno de nosotros somos hijos del Padre y nunca nos abandonará.
En este Adviento debemos dejarnos encontrar por Jesús. Él sale cada día a buscarnos para que regresemos a su comunidad. Él se alegra cuando le reconocemos y volvemos a Él. Nuestra alegría también debe ser muy grande al ver que no nos abandona.
DESORIENTATS...no perduts... Visca !!!
ResponderEliminar