¿QUÉ REY ES ESTE?

Al comentar la festividad de Cristo Rey corremos el peligro de irnos por los cerros de Úbeda. El concepto Rey hoy nos resulta ambiguo. Se cae en la tentación de transformar esta fiesta en la del dominio del cristianismo. En poner como ideal para nuestra tierra la teocracia y considerar que todos los medios valen para que Cristo reine sobre toda la tierra. O nos pasamos el tiempo lamentando la existencia de esta fiesta instituída tardiamente (1925) y considerando obsoleto ese título de rey.

Sin embargo la respuesta de Jesús ante Pilatos es clara: "Tú lo dices. Yo soy rey". Pero venía de decir que su reino no es de este mundo. Y es que la pregunta no es si Jesús es rey o no, sino qué clase de rey es. Qué Cristo Rey celebramos y qué Reino es el suyo.

Y el rey Jesús que encontramos en el Evangelio no tiene dónde dormir. Pasa su vida caminando de un lado a otro de Israel. Dedica su tiempo a curar a los demás, incluso en sábado. Le gusta estar rodeado de niños y gente sencilla. Se deja acariciar los pies por una prostituta. Él se arrodilla ante sus discípulos para lavárselos.

A Pilatos le responde que su Reino no es de este mundo, para indicarle que no es un Reino de soldados, de guerra de poder. Alos discípulos les había dicho que el Reino ya está aquí. Porque su Reino es el reino de los pobres, el reino de los humildes, el Reino del Amor.

Esta debe ser nuestra celebración de hoy. La celebración del compromiso por los más humildes y del amor entre todos los hombres. Y que ese Reino lo hemos de implantar en nuestros corazones. No es através de la violencia, la imposición, la intolerancia que lograremos que todos pasen a formar parte de este Reino, que todos se apunten a luchar por la justicia y por el Amor universal.