Tomo esta expresión prestada al Padre Agustín Altisent (+), monje de Poblet. Escribió un artículo con este título en otoño. Seguramente es la estación que se presta más a la meditación. Sin embargo son muchos los que se atascan con los salmos. Si rezan el Oficio en un monasterio, sienten el placer estético de sus cantos, pero quizá no penetran en el sentido íntimo de lo que rezan. Si lo hacen solos con el Lucernario o el Llibre de les Hores, se atragantan ante algún salmo. Hay que tener en cuenta que se trata de un libro del A.T. Y este siempre hemos de leerlo a la luz del N.T. El Nuevo Testamento es el libro de Cristo. El Antiguo Testamento es el libros de Dios y el hombre; por eso en él aparecen crudamente todas las pasiones. Y en los salmos, concretamente, Dios es alguien cercano que interviene constantemente en nuestras vidas. Y desde la perspectiva del N.T. Dios sigue igualmente cercano, pero el enemigo, al que hay que destruir no es otro hombre, sino el mal, la injusticia, el pecado.
Por eso el Padre Altisent decía que los salmos se tienen que respirar. "Es Dios que está en nuestro interior y nos atraviesa como un rayo de luz atraviesa un cristal: iluminándolo sin ocupar espacio, llenándolo sin estorbar para nada, sólo dándole más brillo, más luz".
Yo os recomendaría tomar un único salmo. Encontraréis listas en los que están clasificados por temas, sentimientos, momentos litúrgicos... Leedlo pausadamente sentados en la iglesia, o en vuestras casas frente a un icono y una vela, o por qué no, frente al mar o la montaña en un lugar solitario. Y dejad resbalar sus palabras con tranquilidad, acomodando vuestra respiración, dejándoos envolver por él...A eso llamaba el Padre Altisent "respirar los salmos". Otoño es una buena época para iniciarse en ello...
A mi me pasaba lo que tú dices, bueno y me sigue pasando todavía muchas veces, pero cuando empecé a ir a Cóbreces fue cuando empecé a prestarles más atención, al ser el canto en castellano y poderlo seguir con el libro, te enteras de lo que dicen y recuerdo que ya el primer año pensé que estaba descubriendo algo nuevo
ResponderEliminarEn su momento también me dijeron que no era necesario rezar todos los salmos en cada hora, que si se hacía así, bien, pero que se podía coger uno e irlo "desmigajando", he comprobado que da buen resultado, unido al ambiente que tú dices.... para mi perfecto
Gracias una vez más Joan y buena tarde
Un abrazo
Hola Joan:
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la comparación de la luz a través del cristal dándole mucho más brillo y esplendor, sin ocupar espacio.
La lectura (y el rezo en este caso) intima, reposada, tranquila, concentrada nos ayuda a comprender el sentido último del contenido que se nos quiere transmitir.
Un abrazo.
Pepe.
Empezaré a hacerlo,despacito,despacito.
ResponderEliminarGracias
La meditación me hace mucha falta.
Necesito despertar¡
Abrazo hermano.
Una cistiana en crisis
Este proximo martes soy la encargada de prepar la oración en un pequeño grupo al que asistimos semanalmente en las dependencias parroquiales.Nos ayuda para ello el libro"Orar a pie descalzo" de Emilio L.Mazariegos y Antonio Botana.
ResponderEliminarEn estos últimos meses es como si una capa invisible se ocupara de no dejar que me "lleguen" las cosas como antes,leo los textos sagrados y no encuentro el mismo significado.No se como con este sentimiento puedo preparar la oración..no he querido negarme pero tal vez hubiera sido mejor(aún estoy a tiempo de avisar y que se encargue otra compañera).
Ya ves Joan..,mis eternas "Guadianadas"...
Te dejo un enorme abrazo..isa
No conozco los Salmos, pero si algo he aprendido a través tuyo, querido Joan Josep, que hay seres que tienen luz propia. Y tu brillo me llega hasta Berlín. Te abrazo fuerte y te deseo un bonito fin de semana.
ResponderEliminar