El Anacoreta tomó el autobús. Uno de los usuarios gritaba e insultaba con palabras soeces al conductor, porque su targeta estaba caducada y no se la admitía. Luego quiso pagar el tiquet con un billete de 50 euros. Naturalmente el conductor no tenía cambio para esa cantidad. Comenzó otra vez su colección de palabrotas, gritos y, además, se encaró con varios pasajeros que intentaban calmarlo.
La señora que estaba sentada junto al Anacoreta exclamo:
- ¡Qué boca más sucia tiene ese hombre!
El Anacoreta sonrió y dijo:
- No señora. Ese hombre no habla por la boca. Habla por su herida. Una persona así, lleva una herida interna, algo que le corroe por dentro y que no ha sabido solucionar. El dolor, si no se verbaliza, si se le intenta ocultar constantemente, ha de salir de nosotros y, entonces, lo hace respondiendo desproporcionadamente a situaciones corrientes.
Cuando el Anacoreta bajó en su parada, el hombre seguía gruñendo en el autobús...
Bon dia Joan Josep:
ResponderEliminarCierto, cuando una persona lleva la mochila llena de problemas y nos los comparte con nadie, puede llegar a ser iracundo o enfermar.
Sabes que cuando era jovencita, sin saberlo me busqué un psicólogo gratis y además con secreto de confesión,era el Padre Juan Vidal de la Parroquia S. Felipe Neri de Gracia, mi Director Espiritual, madre mia pobre hombre, que paciencia tenía conmigo, pues yo le contaba mis problemas con el trabajo, no queria hablar con mis padres por no preocuparles. Era un Santo con verdadara vocación cristiana y muy respetuoso. Años más tarde nos casó a mi marido y a mi. El Señor se lo llevó siendo muy joven todavía.
Una abraçada i perdona, que m´enrolli, Montserrat
Bon día Germa.Juan Josep:
ResponderEliminarTota la rao. Quién habla con lengua sucia es porque dentro tiene una herida y es muy antigua , quizás desde infancia.
Gracias por tus aportaciones a mi blog, son muy valiosas.
Con ternura
Sor.Cecilia
Coincido contigo Joan...el dolor si no se exterioriza adecuadamente,sale en forma de actitudes y palabras inadecuadas para otras personas y momentos. Si uno está en paz consigo mismo,eso se refleja en las relaciones con el entorno.Desgraciadamente abunda mucho ese dolor mal canalizado,que hace sufrir al que lo siente, y al que recibe sus efectos. Un abrazo.
ResponderEliminarVerbalizar lo que sentimos siempre es un buen recurso. Nos ofrece la oportunidad de ver las cosas desde lejos, con lo cual se gana en perspectiva.
ResponderEliminarMe encantan estas reflexiones.
Hermano Joan:
ResponderEliminarY es que hay tanto dolor sin encauzar que sale de forma iracunda hacia los demás y nuestro primer juicio es el de juzgar(es una forma de conducta aprendida).
Sí que da poena ver estas actitudes,pero qué habrá en el fondo del ser humnano sin "resolver"para determinados comportamientos?
El final que has puesto:"..
Cuando el Anacoreta bajó en su parada, el hombre seguía gruñendo en el autobús..."
es la realidad ,parece... la moraleja.
Besucos creo de vuelta a casa.
Gó
Una pregunta tonta; ¿A nadie se le ocurrio pagarle el billete? Quizás, no digo que lo sea, era una forma de acariciar su alma ...y apaciguarle. Cosas pequeñas que nos arreglan el cuerpo.
ResponderEliminarBesos, con cariño y ganas de saberte bien.
Si el conductor le dejó pasar...Por eso seguía gruñendo cuando el Anacoreta se bajó. Un abrazo: Joan Josep
ResponderEliminarPero yo digo una cosa:Si hestava erido, y su reacción es de ravia; pero hay muchas personas que handan eridas, y no reaccionan de esta manera.
ResponderEliminarDeven de ser condiciones humanas de cada individuó, sobre todo el caracter, aparte de las palabrotas: pues eso las decimos todos, no me gustaria vivir con una persona asi, Una abraçada