LOS BIENAVENTURADOS...

" Seguían a Jesús grandes multitudes, que llegaban de Galilea, de la Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la Transjordania.

Al ver la multitud, Jesús subió a la montaña, se sentó, y sus discípulos se acercaron a El. Entonces tomó la palabra y comenzó a enseñarles, diciendo:
- Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices los afligidos, porque serán consolados.
Felices los pacientes, porque recibirán la tierra en herencia.
Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.
Felices los misericordiosos, porque obtendrán misericordia.
Felices los que tienen el corazón puro, porque verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos.
Felices vosotros, cuando seáis insultados y perseguidos, y cuando se os calumnie en toda forma a causa de mí.
Alégraos y regocijaos entonces, porque  tendréis una gran recompensa en el cielo; de la misma manera persiguieron a los profetas que os precedieron. "

Andamos todo el día a la greña sobre quién tiene razón y quién es el más guapo; quién es el santo y quién el hereje maligno. Y tanto el que se pasa el día temblando por los tormentos del infierno eterno, sino cumple todas las normas y mandatos de la Iglesia al pie de la letra, como el que se lo pasa pipa, pensando que tiene relación directa con Dios y no necesita mediadores y que lo que dice el último teólogo de moda es lo que va a misa, andamos bastante despitadillos. Porque, como casi siempre, nos olvidamos  tomar el evangelio y escuchar lo que nos dice Jesús. Y Él nos dice que los santos, los bienaventurados, son:

. Los que quieren ser pobres, los que comparten toda su vida con los demás.

. Los que se humillan, se sienten hermanos e iguales a todos y no buscan el poder.

. Los que lloran por el mal y la injusticia que hay en el mundo. Los que lloran junto al hermano.

. Los que buscan la justicia en este mundo, conscientes de que el Reino ya está aquí.

. Los que con-padecen al hermano, saben padecer junto y con él.

. Los que tienen el corazón limpio y saben contemplar con mirada clara la vida.

.  Los que siempre siembran la paz a su alrededor.

. Los que son injustamente perseguidos. Los que, por querer seguir de verdad a Jesús, se ven humillados y maltratados.

¿No está claro? Y a pesar de lo que digan los y las pesimistas, hay muchos cristianos (y no cristianos) así en todos los grupos y las tendencias. Los tenemos ahí a nuestro lado. Hay obispos sí, y curas y monjas y religiosos y...muchos, muchos padres y madres de familia. Gente que trabaja, que piensa, que vive por los demás, porque saben ver a Dios en los otros, en todas partes. La mayoría serán siempre anónimos y nadie se acordará de ellos para canonizarlos. Por eso hoy dedicamos este día a recordarnos de ellos. Pero sobre todo ahí están ellos, para que les imitemos, para que, como Zaqueo ayer, nos subamos de una vez al árbol. Entonces le oiremos decir a Jesús: "Baja que quiero alojarme en tu casa".