El Anacoreta y su joven seguidor estaban sentados en un banco del parque. A su alrededor hablaban las madres, algunos jubilados tomaban el sol y los niños correteaban alegremente. Surgió una pequeña pelea entre dos pequeños y una de las madres dijo:
- ¡Carlitos! Si no te portas bien al volver a casa se lo diré a papá y no te querrá...
Movió la cabeza el Anacoreta y le dijo al joven:
- Eso no es verdad. Su padre lo querrá igual, precisamente porque es su padre...
Luego, mirando a los pececillos dorados y rojos del estanque, prosiguió:
- En la espiritualidad esta idea nos ha hecho mucho daño. Nos han dicho que tenemos que hacer cosas buenas para que Dios nos ame. ¡No! Dios nos ama tal como somos. Buenos y malos. Con luces y sombras...Cambiar para que Dios nos ame es ser interesados. Precisamente lo que ocurre es lo contrario. El día que descubrimos el Amor de Dios, aquel día empezamos a cambiar, a mejorar, a crecer...Cambiamos "porque" Dios nos ama, no "para" que Dios nos ame.
Luego, mirando a los ojos del joven concluyó:
- El problema es que andamos tan dispersos por la vida; nuestros intereses son tan egoístas...que no acabamos de descubrir el Amor de Dios...
Y siguieron contemplando el alegre juego de los niños...
Cuando nos hablaban tanto del castigo y casi nada del amor, era algo que yo no conseguía entender, lo comparaba con mi padre cuando me regañaba siendo pequeña por las cosas que hacía mal, simplemente me estaba enseñando, no dejaba de quererme y cuando más adelante teníamos alguna que otra bronca por las diferentes maneras de ver las cosas, nunca pensé que fuera a dejarme de querer por eso, también en algún momento hice cosas que a mi no me apetecían mucho entonces, pero que sabía que a él le iban a hacer feliz
ResponderEliminarCreo que en la educación se ha cambiado bastante, estaba segura de que en lo religioso también, pero... actualmente pienso que lo que se pretende es volver de nuevo al pasado, a aquellos años en los que predominaba el miedo al castigo por encima del Amor y yo sigo pensando que el Amor tiene que estar por delante de todo
Unn abrazo y feliz día
Te contaré algo vivido hace apenas unas horas;
ResponderEliminarMi nieta Elena se quedó ayer tarde en casa, su madre fue ingresada ( vaya racha que llevamos). Fue al parque, jugó, merendó y llegado el momento la di un baño/ducha. Llegado el momento de secar el pelo, decido que , con su permiso y aceptación, la corto las puntas del pelo. Ella me dice; " Gloria, ya se que no eres mi abuela..." y se queda en suspenso. Eh¡¡¿ quién dice eso?, acaso no quieres tú y lo quiero yo ?. Yo ssi, responde ella. Pues eso, si eres mi nieta.......
pasan unos minutos y me dice sin tomar aire; y por qué no me haces un quiqui en el pelo, como todas las abuelas ? jajajajja
La cosa queda ahi y llega mi hijo del hospital ; Mamá, se ha portado bien ? dime la verdad porque ella sabe que si no es buena pierde todos los privilegios....
Joan, se me partió el alma en cuatro, ¿ cómo hacemos esto con los niños....y las personas ? ¿ quién coño nos creemos para castigar con la retirada de amor.... y encima, de un ser que no conocemos ( personalmente) y manejamos su nombre, con desverguenza ?
Yo soy madre, y me tocó en la vida hacer el papel de padre, además. Sé de lo que hablo. Nadie está autorizado para hablar en nombre del amor que estos cargos me otorgan. Nadie podrá retirar los privilegios que mi amor concede. Quien sabe "ver" esto, pasa de los minguneantes.
( Vaya rollo primaveral que te he soltado )
Un beso
Estoy de acuerdo con lo dicho por Glória... de pequeños, nos amenazaban con que Dios no nos querría, si no nos portábamos bien...y así fueron creando en nosotros una imágen de Dios, temible, castigador,al que debíamos querer y obedecer porque sí...sin más. Y el amor no se exige, ni se pide ...se da si uno lo siente en su interior.Un abrazo.
ResponderEliminarSe dicen cosas que no se piensan:seguramente quiso decir-¿se lo dire ha tu padre, y te castigara? que es lo normal;que se suele decir.
ResponderEliminarNo creo que nadie able,ho piense en estos terminos, una abrçada
Y ahora pienso en aquella frase de :"Dios premia a los buenos y castiga a los malos"(entre otras perlas)
ResponderEliminarSoy madre y aunque mi hija estuviera en la cárcel por asesina,jamás le negaría mi amor.
Quién se atreve a juzgar el AMOR de DIOS?
Besucos
Gó