Todos tenemos mucho de Pedro. El que sabe proclamar el mesianismo de Jesús, pero a continuación demuestra que tiene una idea equivocada y no acepta a un Jesús humilde, servidor, crucificado. El que saca la espada para defender a Jesús y luego se acobarda ante unas criadas y le niega tres veces. El que empieza a andar sobre el agua, se asusta y se hunde, pero que sabe pedir ayuda a Jesús.
Pedro tiene, sin embargo, algo precioso que todos debemos imitar: un gran corazón. Jesús le llama Satanás tras haberlo elogiado, pero él le sigue fiel. Pedro huye y después le niega, pero sabe llorar amargamente su culpa. Por eso, tras Pentecostés, será el portavoz de la comunidad. Lo azotarán y seguirá hablando de Jesús. Dará la vida en Roma, fiel a su maestro.
Pedro es modelo para la Jerarquía. Sacaba la fuerza no de su título, sino de seguir la voz del Espíritu. Supo reconocer, tras sus dudas de mantener la ley judía, que Pablo tenía razón. Supo también escuchar al Espíritu en casa de Cornelio y reconocer que Jesús era para toda la humanidad y no sólo para los judíos.
Pedro es modelo para todos nosotros, porque se supo reconocer débil, supo ver sus fallos y supo llorar y, sobre todo, supo cambiar. Aprendió de su debilidad para hacerse fuerte. Seguramente recordó el día en que Jesús dijo a los que acusaban a la mujer adúltera: "El que esté libre de culpa, que tire la primera piedra". Y recordó los ojos de Jesús diciendo: "¿Nadie te a acusado? Yo tampoco...".
Pedro nos enseña a tocar de pies al suelo. A darnos cuenta, que es muy fácil dejarse llevar por el primer fervor, pero es difícil perseverar...Pedro nos dice que Jesús nos perdonará siempre si nuestro corazón es sincero, si sabemos reconocernos tal cual somos...
Pedro nos enseña a tocar de pies al suelo. A darnos cuenta, que es muy fácil dejarse llevar por el primer fervor, pero es difícil perseverar...Pedro nos dice que Jesús nos perdonará siempre si nuestro corazón es sincero, si sabemos reconocernos tal cual somos...
Por todo ello recibió el mandato de apacentar la Comunidad...Porque aprendió la lección.
Perdó mare d`ell, no amb barreu la porte, feu tots de mi el que volgueu: que`n cara que sigue forte la pena que mi`nposeu: no hiura pena tan dura, ni castic tan faridò, com lamgoija ca`m tortura: de ve nagat al senyor.
ResponderEliminarLa desesperación de Pedro en la passiò de Olesa de montserrat; en la ccual, algunos nos vemos reflejados. una abraçada
Todos tenenmos algo de Pedro...sus dudas, sus miedos, sus negaciones...pero también nos enseña su valor para seguir adelante proclamando la verdad recibida,la certeza del perdón de Dios , si lo buscamos. Todo un ejemplo para aprender y enseñar a la vez la leccción que se nos da.Un abrazo Joán.
ResponderEliminarHola Joan Josep:
ResponderEliminarY Jesús lo eligió como cabeza de la Iglesia.
Santa Semana.
Una abraçada, Montserrat
Gracias por compartir tan hermoso Blog. Es muy profundo, gracias
ResponderEliminarJesús, siempre elige a los más débiles para el mundo, pues en ellos encuentra la humildad de corazón tan necesaria para Dirigir su Iglesia
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