Como era tiempo de rebajas, el Anacoreta y su joven seguidor paseaban por unos grandes almacenes. Cuando miraban unas camisas, se les acercó un hombre y les dijo:
- ¿Harían el favor de buscarme una camisa verde pálido y otra marrón claro? Es que soy daltónico y no distingo los colores.
Le ayudaron en su compra y, ya en casa, el Anacoreta dijo:
- Creo que ya te he dicho más de una vez, que estamos en una sociedad daltónica. Creemos que todo ha de ser del mismo color.
Abrió la ventana, pues hacía calor en la habitación y continuó:
- Desde la Iglesia que querría que todos pensaran igual, que todos sigamos la misma espiritualidad, hasta la política con la idea de que la razón la tiene la mayoría y de que solamente una cosa es políticamente correcta, nos estamos volviendo todos daltónicos.
El joven preguntó:
- Pero, ¿todos los colores tienen la misma importancia?¿Todas las ideas tienen el mismo valor?
Sonrió el anciano y respondió:
- No. No todo tiene el mismo valor. Pero lo que nos ocurre es, que en vez de buscar la verdad, damos por sentado que nuestro color, nuestra idea es la verdadera. Y si yo lo veo azul, quiero que todos lo vean azul...y no acepto que otros lo vean rojo o verde. No nos damos cuenta, que precisamente la variedad de colores, hace resaltar el propio. Y que nada es de un único color. La realidad está formada por mil matices. El no aceptarlos, el volvernos monocolores, nos aleja de la verdad, nos hace superficiales y no nos ayuda a profundizar...
Levantándose, se levantó y se acercó a la ventana que daba al parque:
- Mira que variedad y belleza de colores. ¿Te imaginas un parque de un único color?...
Asi es hermano.
ResponderEliminarMira sino hubiera variedad.
seríamos como robots.
con hum9ildad así lo veo yo.
Por esto tenemos que respetarnos, a pesar de las ideas de cada uno.
Ya sabes que admiro mucho a Antony de Mello.
PAZ Y BIEN.
Montserrat
Toda persona inteligente, busca la verda: y save ha donde esta, pero no interesa.
ResponderEliminarEn un mundo de depredadores, la verdad es devorada: por eso las mascaras son muy importantes,en las relaciones entre humanos, lo que pasa esque tiene que haver una moral:unas normas de conducta.
Es un campo abonado para que la semilla del mal se desarolle, una abraçada
Dicen que todo depende... del color del cristal con que se mira. Cuando nuestra visión está cerrada y es egocéntrica proyectamos en los demás nuestros errores, fallos y neurosis... en lugar de mirarlos con un corazón limpio... un corazón de arco iris... la tolerancia que la LUZ en sus espectros nos enseña y da a entender...
ResponderEliminarGrâçies sempre, benvolgut Josep...
Carme
Siempre he pensado que la diferencia y la variedad enriquecen nuestras vidas,pero es verdad que hay ocasiones en que nos cuesta verlo así
ResponderEliminarUn abrazo y buenas noches
En la diversidad está la belleza...y como muestra, tenemos la naturaleza,plena de colores , vida,seres, unos más atractivos y hermosos que otros...ante "nuestros ojos"...pero al final, todas las cosas son "según el cristal con que se mira..." Las cosas y los seres, símplemente "son,existen..." Somos nosotros los que las catalogamos con nuestra vara de medir, en bellas, feas, buenas , malas,útiles, inútiles...etc. Toda una responsabilidad para el hombre.Un abrazo Joan.
ResponderEliminarTal vez es por mi momento personal...
ResponderEliminarMe hace sonreir esa insistencia en que todos veeamos las cosas de una misma forma. No creo que la gente sea tan tonta ( alguno si, y más ) precisamente cuando se intenta hacer pasar por un aro; la gente salta y le da por pensar por ella misma. Los politicos son el tema actual de chiste, la religión ( la que me enseñaron ) agoniza, los idealistas de pacotilla... tienen el culo al aire. Se les pide más actos y menos alabreria.
Joan , un beso