lunes, 26 de septiembre de 2011

EL ANACORETA Y LOS FRACASOS


Aquella amiga, lloraba a lágrima viva junto al Anacoreta.
- He vuelto a caer. Mi vida es una derrota tras otra...Soy una fracasada.
Dejó el anciano que la mujer llorara. Cuando poco a poco las lágrimas se fueron calmando, le dijo:
- El fracaso sólo lo es si nos quedamos en él. Tras la tormenta siempre llega la calma. Ciertamente sentimos que no valemos nada, pero a partir de ahí, cualquier pequeño detalle ya es una victoria. Cada pequeño paso hacia adelante te ayudará a dar el siguiente y será motivo de felicidad.
La mujer añadió:
- Sí, pero volveré a caer...
La miró con ternura el anciano y prosiguió:
- Como todos. Ahí todos somos iguales. No creas que haya alguien que no falla nunca...Avanzamos en la vida en dientes de sierra. Subiendo y bajando. Cayendo y levantándonos. Lo que no hemos de hacer es darnos por vencidos y no volvernos a levantar.
tras una pequeña pausa, concluyó:
- Intenta vivir en un presente amplificado. Cuando hayas caído, intenta verte ya levantándote...Y sobre todo, mira las manos amigas, que a tu alrededor, se tienden hacia ti para que te agarres a ellas...

4 comentarios:

  1. JOAN JOSEP:
    Este uno de los posts, que más me gusta.
    Está lleno de sabiduría y de esperanza.
    Esto se lo tengo que aplicar mucho a uno de mis hijos el "depre", cuando está en sus momentos bajos.
    Gracias, hermano por compartir tanta sabiduría.
    Que tengas buena semana.
    Un abrazo, Montserrat

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  2. Bien cuando biene la depre, siempre es un mal recuerdo, ho el bajon, que siempre guarda un equilibrio, despues de una suvida ehuforica.

    Pero cuando una ba siendo mayor: siempre quedan rescoldos una abraçada julio

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  3. Sí,Joan es así,aunque en momentos delicados,la fuerza de la vida se nos aleja .
    EL levantarse es un acto de fortaleza y esperanza,que en esos momentos no tenemos o no vemos.
    Pero...una mano amiga siempre te puede ayudar a levantar la losa.
    Besucos

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  4. A tots ens ha tocat alguna vegada lluitar contra el fracàs, però és molt dur y costa de tornar a remuntar. És veritat que després de la tempesta ve la calma, però els pessimistes diuen que la calma precedeix a la tempesta...
    Hem d'intentar però superar els mals moments i ajudar els que estan enfonsats a emprendre volada...
    Una abraçada,
    M. Roser

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