domingo, 18 de mayo de 2014

CAMINO, VERDAD Y VIDA


 "No os angustiéis: creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, no os habría dicho que voy a prepararos un lugar. Y después de ir y prepararos un lugar, vendré otra vez para llevaros conmigo, para que vosotros también estéis donde yo voy a estar. Ya sabéis el camino que lleva a donde yo voy.
Tomás dijo a Jesús:
– Señor, no sabemos a dónde vas: ¿cómo vamos a saber el camino?
Jesús le contestó:
– Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre. Si me conocéis, también conoceréis a mi Padre; y desde ahora ya le conocéis y le estáis viendo.
 Felipe le dijo entonces:
– Señor, déjanos ver al Padre y con eso nos basta.
 Jesús le contestó:
– Felipe, ¿tanto tiempo hace que estoy con vosotros y todavía no me conoces? El que me ve a mí ve al Padre: ¿por qué me pides que os deje ver al Padre?  ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Las cosas que yo os digo no las digo por mi propia cuenta. El Padre, que vive en mí, es el que hace su propia obra Creedme que yo estoy en el Padre y el Padre en mí; si no, creed al menos por las propias obras. Os aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago; y hará otras todavía más grandes, porque yo voy al Padre."

Hay distintas maneras de vivir. Depende del camino que tomemos y también de aquello en lo que creemos. Se puede tomar el camino de la comodidad, del egoísmo, del dominio sobre los otros...Todos nos llevarán a una vida vacía, sin sentido, estéril.
Jesús se presenta a sí mismo como el camino, la verdad y la vida. Pero, ¿cuál es ese camino? El camino de Jesús es imitar su vida. Es poner las bienaventuranzas en nuestra vida. Es seguir a Jesús. Y no hay vuelta de hoja. Quien ve a Jesús ve al Padre. Y Jesús se nos muestra en el pobre, el enfermo, el perseguido, el desahuciado, el que sufre...Ese es nuestro camino para llegar a Dios. Hace 2000 años que está trazado y nos esforzamos por disimularlo, por buscar vías alternativas...Porque nos da miedo seguirlo. Porque es un camino exigente. Un camino que no consiste en seguir unas normas, en practicar unos ritos. Un camino que supone un cambio total en nuestra vida, que abraza toda nuestra vida. Nosotros preferimos cumplir unas obligaciones. Ser cristianos unos momentos al día o a la semana; pero el camino de Jesús es serlo a cada instante. Y esto supone comprometernos y entregarnos a los demás. Ese es el camino del Reino: ser verdaderos discípulos de Jesús.


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