"El propio jefe de los demonios es quien ha dado a este el poder de expulsarlos"
Jesús acaba de expulsar el demonio de un mudo. Es decir, hace salir de él el mal que le impedía hablar, comunicarse con los otros. Los fariseos demonizan a Jesús. Él es diferente a ellos, piensa diferente, luego lo que hace, aunque sea el bien, es fruto del mal. Nosotros hacemos lo mismo. No aceptamos las diferencias y el otro, si hace algo positivo, es porque tiene alguna finalidad oculta, razones inconfesables. Si no es "de los nuestros", es el "demonio" el que le hace actuar.
En el mundo hay muchas personas que hacen el bien y lo hacen desde ideologías muy diferentes. ¿Por qué no lo aceptamos, los aplaudimos y nos unimos a ellos? El Espíritu sopla donde quiere y a quien quiere. ¿Quienes somos nosotros para rechazar a nadie?
Cuánta razón tienes Joan Josep, hay tanta gente buena en otras ideologías, gente que a lo mejor sin saberlo están muy cerca de Dios.
ResponderEliminarUna abraçada, desde Valencia