"Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os haré descansar. Aceptad el yugo que os impongo, y aprended de mí, que soy paciente y de corazón humilde; así encontraréis descanso. Porque el yugo y la carga que yo os impongo son ligeros."
Estamos cansados. Nos movemos de un lado al otro, siempre agobiados. Dormimos poco y nos quejamos de que nos falta tiempo. Pero cuando hacemos vacaciones, seguimos moviéndonos, vamos a playas repletas de gente, pasamos las noches sin dormir. A eso le llamamos descansar.
Si de verdad queremos reposar, deberíamos buscar lugares tranquilos y emplear tiempo en entrar en nosotros mismos. Momentos para reflexionar sobre nuestra vida. Sobre lo que hemos hecho y lo que deberíamos haber hecho.
Jesús nos invita a ir con Él. Ciertamente que eso implica comprometerse, pero es un yugo y una carga ligera; porque se trata de actuar con amor. Ir a Jesús es dejar de lado las cosas accidentales y adentrarse en la paz de buscar lo esencial. Es hacerlo todo con amor, gozar de nuestros actos. Es caminar con Él.
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