miércoles, 15 de julio de 2015

ELOGIO DE LA SENCILLEZ


"Te alabo Padre, porque has mostrado a los sencillos las cosas que ocultaste a los sabios y entendidos."

Dios es un Dios de los pobres, un Dios de los niños, un Dios de los sencillos. Los muy sabios y entendidos no suelen tener la sencillez, los hay que sí, para aceptar la existencia de Dios. O inventan altas teologías alejadas del Evangelio. El sencillo, el que sabe ser niño, conecta con más facilidad con Dios.  Sabe descubrirlo en un amanecer, en una flor, en el que sufre...Sabe descubrirlo en el otro. Sabe abandonarse en los brazos de Dios. Sabe orar sin enredarse en métodos y técnicas, porque lo hace con el corazón, desde su sencillez. Porque se sabe pobre, sabe cantar a Dios. La Misa campesina nicaragüense lo canta con claridad:

"Vos sos el Dios de los pobres,
el Dios humano y sencillo,
el Dios que suda en la calle,
el Dios de rostro curtido.
Por eso es que te hablo yo,
así, como te habla mi pueblo.
Porque sos el Dios obrero.
El Cristo trabajador."

¡Qué difícil es que un rico, un poderoso, un sabio...pueda descubrir a este Dios!

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