"Llegaron a Betsaida, y llevaron un ciego a Jesús y le rogaron que lo tocara. Jesús tomó de la mano al ciego y lo sacó fuera del pueblo. Le mojó los ojos con saliva,n puso las manos sobre él y le preguntó si veía algo. El ciego comenzó a ver y dijo:
– Veo gente. Me parecen árboles que andan.
Jesús le puso otra vez las manos sobre los ojos, y el hombre miró con atención y quedó sanado: ya todo lo veía claramente. Entonces lo mandó a su casa y le dijo:
– No vuelvas al pueblo."
Tenemos ojos, pero no vemos. O quizá no vemos lo que hay que ver. Jesús nos devuelve la vista.
En este evangelio de hoy, Jesús saca al ciego del pueblo y, una vez recobrada la vista, le dice que no vuelva a él.
Si queremos recobrar la vista debemos alejarnos de todo aquello que nos impide ver, o nos hace ver lo que no existe. Debemos salir de ese mundo que nos deslumbra con mil y una cosa y no nos deja ver lo esencial.
Tenemos ojos, pero no vemos. O quizá no vemos lo que hay que ver. Jesús nos devuelve la vista.
En este evangelio de hoy, Jesús saca al ciego del pueblo y, una vez recobrada la vista, le dice que no vuelva a él.
Si queremos recobrar la vista debemos alejarnos de todo aquello que nos impide ver, o nos hace ver lo que no existe. Debemos salir de ese mundo que nos deslumbra con mil y una cosa y no nos deja ver lo esencial.
En aquest avengeli com en tans daltres Jesus ens vol ajudar ens vol curar els nostres mals ...El que pasa que moltes vegades no ens deixem ajudar
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