"No os angustiéis: creed en Dios y creed también en mí.
En la casa de mi Padre hay muchos lugares donde vivir; si no fuera así, no os habría dicho que voy a prepararos un lugar.
Y después de ir y prepararos un lugar, vendré otra vez para llevaros conmigo, para que vosotros también estéis donde yo voy a estar.
Ya sabéis el camino que lleva a donde yo voy.
Tomás dijo a Jesús:
– Señor, no sabemos a dónde vas: ¿cómo vamos a saber el camino?
Jesús le contestó:
– Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre."
Jesús va anunciando su partida. Es natural que los discípulos estén inquietos. Dice que va a la casa del Padre, pero ellos se preguntan, ¿dónde está esta casa?¿adónde va?
Jesús, vuelve a indicarnos cuál es el camino. Qué hay que hacer para ir al Padre. No sólo seguirlo a Él, sino ser como Él; porque Él es el camino.
Seguir o no seguir este camino, comporta acertar o errar nuestra vida. Hace unos días, en una charla a los mayores del colegio, empezaba con una canción de Bruce Springteen: The River. Este río simboliza la libertad. Esta libertad es lo que Jesús llama: camino, verdad y vida. Él es la libertad. Si erramos el principio del camino, toda nuestra vida será un error. En la canción, cuando quieren volver al río, ya se ha secado. Nosotros tenemos la suerte de que Jesús siempre está allí. Siempre podemos rehacer nuestra vida, recomenzar. Pero hemos de tener bien claro, que Él es el camino y Él es el único camino que nos lleva al Padre.
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viernes, 12 de mayo de 2017
EL CAMINO
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