martes, 9 de mayo de 2017

SU VOZ


"Era invierno, y en Jerusalén celebraban la fiesta en que se conmemoraba la dedicación del templo. Jesús estaba en el templo, paseando por el pórtico de Salomón. Los judíos le rodearon y le preguntaron:
– ¿Hasta cuándo nos vas a tener en dudas? Si tú eres el Mesías, dínoslo de una vez.
Jesús les contestó:
– Ya os lo he dicho y no me habéis creído. Las cosas que yo hago con la autoridad de mi Padre, lo demuestran claramente; pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas reconocen mi voz, y yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y jamás perecerán ni nadie me las quitará. Lo que el Padre me ha dado es más grande que todo, y nadie se lo puede quitar. El Padre y yo somos uno."

Los judíos no conocían a Jesús y continuaban preguntándole quién era. Hoy también podemos ignorar quien es. Se trata de reconocer su voz.
Él nos habla por la Palabra, por nuestro prójimo, por los signos de los tiempos. En cada persona que se nos acerca podemos reconocer su voz si sabemos escuchar más allá de las apariencias.
Lo que debe tranquilizarnos, es saber que Él nos conoce a nosotros y nos protege.
Nosotros debemos esforzarnos por reconocer su voz. Esa voz que nos habla desde el emigrante, desde el pobre, desde el enfermo, desde el encarcelado. Esa voz que nos habla desde nuestros familiares, nuestros amigos, nuestros compañeros de trabajo. Esa voz que oiremos con claridad en nuestro momentos de soledad y meditación. La voz de Jesús.


1 comentario:

  1. Oir tu voz....Escoltar-te en aquells que ho necessiten. En tú Jesús. Gràcies.

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