"Os aseguro que ningún sirviente es más que su señor y ningún enviado es más que el que lo envía.
Dichosos vosotros, si entendéis estas cosas y las ponéis en práctica.
No me estoy refiriendo a todos vosotros: yo
sé a quiénes he escogido. Pero tiene que cumplirse lo que dice la
Escritura: ‘El que come conmigo se ha vuelto contra mí.’
Os digo esto de antemano, para que, cuando suceda, creáis que yo soy.
Os aseguro que quien recibe al que yo envío me recibe a mí, y quien me recibe a mí recibe al que me ha enviado."
Jesús acaba de lavar los pies a sus discípulos. Y les dice que el siervo no es más que su señor. Si el lava los pies, un trabajo de esclavos, nosotros debemos hacer los mismo.
Nos da también otra lección. Nos dice que quien le acoge a Él, acoge a Dios. Y todos sabemos quién es Él en nuestro mundo: el prójimo; el necesitado; todo aquél que espera que lo acojamos.
Si queremos ser sus discípulos y seguir sus pasos, debemos conjugar en nuestra vida ests dos verbos: servir y acoger.
Jesús acaba de lavar los pies a sus discípulos. Y les dice que el siervo no es más que su señor. Si el lava los pies, un trabajo de esclavos, nosotros debemos hacer los mismo.
Nos da también otra lección. Nos dice que quien le acoge a Él, acoge a Dios. Y todos sabemos quién es Él en nuestro mundo: el prójimo; el necesitado; todo aquél que espera que lo acojamos.
Si queremos ser sus discípulos y seguir sus pasos, debemos conjugar en nuestra vida ests dos verbos: servir y acoger.
Gràcies...acollir i servir- nos...
ResponderEliminarUna gran lliço d´humilitat.
ResponderEliminarUna abraçada, Montserrat