lunes, 10 de septiembre de 2018

EL SÁBADO Y EL HOMBRE


"Sucedió que otro sábado entró Jesús en la sinagoga y comenzó a enseñar. Había en ella un hombre que tenía la mano derecha tullida; y los maestros de la ley y los fariseos espiaban a Jesús, por ver si lo sanaría en sábado y tener así algún pretexto para acusarle. Pero él, sabiendo lo que estaban pensando, dijo al hombre de la mano tullida:
– Levántate y ponte ahí en medio.
El hombre se levantó y se puso de pie, y Jesús dijo a los demás:
– Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido hacer en sábado, el bien o el mal? ¿Salvar una vida o destruirla?
Luego miró a todos los que le rodeaban y dijo a aquel hombre:
– Extiende la mano.
El hombre la extendió y su mano quedó sana. Pero los demás se llenaron de ira y comenzaron a discutir lo que podrían hacer contra Jesús."

Jesús deja bien claro que el hombre está por encima del sábado. Que el hombre está por encima de las normas, de los ritos, de las leyes...Los que utilizan la religión para tener pode, para dominar, para medrar...se enfadan con Jesús, porque los deja en evidencia.

"Los seres humanos somos expertos en liberarnos del compromiso en favor de los prójimos que encontramos heridos en el camino. Hemos inventado leyes culturales, hasta ritos religiosos para liberarnos del hermano caído. Las religiones, sistemas económicos y culturales, nacionalismos, han inventado excusas para no comprometernos con el hermano en problemas. Para Jesús, y su proyecto de mundo, se invierte el esquema: lo primero es el ser humano en problemas, luego está el sábado. Y el sábado ha sido inventado para fortalecer el amor a los sufrientes, a los esclavos de Egipto, es un día para seguir celebrando y programando la libertad de los cautivos, para saciar el hambre de los hambrientos. Tenemos una capacidad perversa en excusarnos en la liberación de los oprimidos inventando leyes supuestamente sagradas, con tal de alejarnos de la carne de Cristo que son los sufrientes que tienen las manos paralíticas, como en el personaje del evangelio. Jesús, dueño del sábado, libera al oprimido y libera la misma tradición del sábado para que esta regrese a su proyecto original." (Koinonía) 



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