Señor, tu conoces bien nuestro corazón.
Sabes que nuestro único deseo
es el de dar a los otros
todo lo que Tú nos has dado.
Que los sentimientos y las palabras,
el ocio y el trabajo,
los actos y los pensamientos,
los éxitos y los fracasos,
nuestra vida y nuestra muerte,
la salud y la enfermedad,
todo lo que somos y lo que vivimos...
que todo sea para ellos,
que todo sea de ellos,
porque Tú eres todo de ellos.
Enséñanos, Señor,
con la inspiración de tu Espíritu,
a consolar a los que están afligidos,
a devolver los ánimos a los que están desencantados,
a ayudar a levantarse a los que han tropezado,
a sentirnos débiles con los débiles
y a hacernos todo de todos.
Pon en nuestros labios palabras rectas y justas,
para que todos crezcamos en la fe, la esperanza y el amor,
en la castidad y la humildad,
en la paciencia y la obediencia,
en el fervor del espíritu y del corazón.
Danos la luz y la competencia que necesitamos,
ayúdanos a sostener a los tímidos y a los miedosos,
a ayudar a todos los que son débiles.
Haz que sepamos adaptarnos
a cada uno de nuestros hermanos,
a su carácter, a sus disposiciones,
a sus capacidades y a sus limitaciones,
en cada momento y en cada lugar,
como quieras, Señor...
Moltes gràcies per aquesta pregària en aquests moments pandèmics i meteorològicament especials...com cada curs...
ResponderEliminarEs mi oración diaria pedir las fuerzas a Dios, para olvidarme de mí y transformarme en servicio y entrega a mis hermanos.Intento que esto sea mi máxima, para que mi vida a los ojos de mi Señor, le sea grata y aunque mi entorno de acción, es muy reducido,tengo puesta mi esperanza,en ir mejorando.
ResponderEliminarEstás lecturas me hacen mucho bien y me ayudan a seguir intentándolo.
Gracias a quien corresponda, por esta ayuda que recibo.