En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recuperarla?
Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta. Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin antes haber visto llegar al Hijo del hombre con majestad."
Queda claro que, para Jesús, ganar la vida, no es tener dinero, poder, dominio...sino tomar la cruz. Y la cruz de Jesús no es el sacrificio por el sacrificio, sino la entrega a los demás, el servicio, el amar...Eso es lo que nos hace ganar la vida...
"¿Alguna vez has intentado "perder" algo conscientemente, por ejemplo, querer perder una cartera? Es bastante difícil, ¿verdad? Es cuando no somos conscientes de algo que podemos terminar perdiéndolo. Ahora, aplica esto a "perder la vida por Cristo". Cuánto se empeñan algunas personas en "perder" su vida por Cristo y acaban haciéndose daño a sí mismos y a los demás. Cuando Jesús nos invita a negarnos a nosotros mismos o a perder la vida por él, no está abogando por la violencia autoinfligida. He aquí un ejercicio: En este momento, si estás pensando en tu cabeza/dientes, lo más probable es que estés sufriendo un dolor de cabeza/dientes. En cambio, si tu cabeza/diente está sano, simplemente te olvidas de que tienes una cabeza/diente, ¡pero la usas bien! Lo mismo ocurre con la vida. Cuando tienes una actitud sana ante la vida, no te aferras a ella, sino que simplemente te "olvidas" de tu vida y la dejas caer, para fines mayores. Hay un "olvido de sí mismo" cuando relativizas tu propia vida y te preocupas por la de los demás, una verdadera muerte que dejamos entrar sin violencia." (Ciudad Redonda)
Es una reflexió que porta pau...
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